Muchas veces, las problemas de carácter se ven como algo normal; sin embargo, muchas de las dificultades que enfrenta la familia tienen su origen en un carácter grosero o violento. Esta falta de dominio propio en la sociedad se ve influenciada por el pensamiento de buscar la felicidad a toda costa, sin pensar en los demás y es la familia quien está recibiendo el mayor daño. El dominio propio es una virtud casi extinta hoy en día, pero indispensable para la armonía de la familia.