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En busca de la Paz


Cómo encontrar la PAZ

¡Cuántos de nosotros anhelamos entonces ese estado de PAZ, de desasosiego o descanso!

Encontrar la paz consiste en que desaparezcan de nuestra alma esas terribles angustias. No estamos refiriéndonos a que desaparezcan los problemas; enfatizamos: “que desaparezcan las angustias, no los problemas”.

Encontraremos la PAZ, cuando aprendamos a sobrellevar los problemas o aflicciones dignamente, no estando en una constante y enfermiza ansiedad.

Primeramente, si tienes las posibilidades, será muy útil para ti el conocer bajo el diagnóstico de un médico si esa incesante angustia que sientes se ha convertido en un trastorno de salud mental conocido como “Trastorno de ansiedad generalizada”.

Si esto es así, el tratamiento que te prescriba el especialista te ayudará significativamente. He aquí algunos de sus síntomas:

  • El corazón late rápidamente
  • Diarrea y/o desmayos ocasionales
  • Temblores o contracciones nerviosas
  • La respiración puede acortarse
  • Pérdida de apetito
  • Náuseas o mareos
  • El gesto de su cara suele expresar tensión.
  • Tiene problemas para conciliar el sueño o mantenerlo.
  • La persona nunca deja de preocuparse por cosas, sean grandes o pequeñas.
  • A menudo siente tensión y le es difícil relajarse.
  • Le cuesta mantener concentrada su mente en una cosa a la vez.
  • Se pone de mal humor con frecuencia.
  • Transpira mucho y se siente sofocado.
  • Puede sentir un nudo en su garganta o náuseas cuando se preocupa.

Cuando se mezclan la preocupación, el miedo, la ansiedad, la frustración, el odio, el rencor, y se empiezan a enrollar uno con otro haciéndose entre ellos nudos tan difíciles de desatar, en nuestra propia alma… necesitamos tanta ayuda, que debemos buscar apoyo no solamente médico, sino atender el otro aspecto básico para hallar la paz: nuestra necesidad espiritual.

Hablamos ya del cuerpo y del alma, ¿pero qué hay de nuestro espíritu? Somos seres espirituales, hechos a la imagen y semejanza de nuestro Creador, y Él nos dio un espíritu para relacionarnos también con Su Espíritu.

Esa parte de nosotros, el espíritu, al ser llena de todo el poder, el amor, y el fruto del Espíritu de Dios, ha de ayudar a que nuestra alma encuentre la paz.

Médicos, psiquiatras, psicólogos y terapeutas, han coincidido en que la búsqueda de una relación con Dios (una relación espiritual) a través de la oración ayudan y han ayudado a miles de personas víctimas de la ansiedad.

La oración ayuda significativamente a la persona que se encuentra en un estado de angustia, a tomar la decisión correcta, pues trae al individuo un estado completo de paz, que se traduce en confianza y seguridad para vencer los más fuertes obstáculos, o para tomar las decisiones más difíciles.

Observa la oración de una persona que al igual que tú, se hallaba muy desesperado, atravesando un estado de fuerte angustia. “Al Señor clamé estando en angustia y Él me respondió” (Salmo 120).

Estimado amigo, no es el suicidio, no son las drogas, no es el afán ni un carácter irritable… la ruta correcta para hallar la paz que tanto anhelas, es DIOS.

Tú puedes a través de Jesucristo, buscar a Dios mediante la oración. Su Hijo dijo estas palabras: “Yo soy el camino… y nadie viene al Padre sino por mí” “Mi paz os dejo, mi paz os doy, yo no la doy como el mundo la da” “Estas cosas os he hablado, para que en mí tengáis paz”.

Dios te responderá a través de la oración diaria, continua. Buscar la Paz, es buscar a Dios; y hallar a Dios, es hallar la PAZ. Que Dios te bendiga.


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