Cuando se mezclan la preocupación, el miedo, la ansiedad, la frustración, el odio, el rencor, y se empiezan a enrollar uno con otro haciéndose entre ellos nudos tan difíciles de desatar, en nuestra propia alma… necesitamos tanta ayuda, que debemos buscar apoyo no solamente médico, sino atender el otro aspecto básico para hallar la paz: nuestra necesidad espiritual.
Hablamos ya del cuerpo y del alma, ¿pero qué hay de nuestro espíritu? Somos seres espirituales, hechos a la imagen y semejanza de nuestro Creador, y Él nos dio un espíritu para relacionarnos también con Su Espíritu.
Esa parte de nosotros, el espíritu, al ser llena de todo el poder, el amor, y el fruto del Espíritu de Dios, ha de ayudar a que nuestra alma encuentre la paz.
Médicos, psiquiatras, psicólogos y terapeutas, han coincidido en que la búsqueda de una relación con Dios (una relación espiritual) a través de la oración ayudan y han ayudado a miles de personas víctimas de la ansiedad.
La oración ayuda significativamente a la persona que se encuentra en un estado de angustia, a tomar la decisión correcta, pues trae al individuo un estado completo de paz, que se traduce en confianza y seguridad para vencer los más fuertes obstáculos, o para tomar las decisiones más difíciles.
Observa la oración de una persona que al igual que tú, se hallaba muy desesperado, atravesando un estado de fuerte angustia. “Al Señor clamé estando en angustia y Él me respondió” (Salmo 120).
Estimado amigo, no es el suicidio, no son las drogas, no es el afán ni un carácter irritable… la ruta correcta para hallar la paz que tanto anhelas, es DIOS.
Tú puedes a través de Jesucristo, buscar a Dios mediante la oración. Su Hijo dijo estas palabras: “Yo soy el camino… y nadie viene al Padre sino por mí” “Mi paz os dejo, mi paz os doy, yo no la doy como el mundo la da” “Estas cosas os he hablado, para que en mí tengáis paz”.
Dios te responderá a través de la oración diaria, continua. Buscar la Paz, es buscar a Dios; y hallar a Dios, es hallar la PAZ. Que Dios te bendiga. |