Ser ama de casa no es una profesión estéril, es una de las vocaciones más fructíferas que hay en la tierra. Quitemos las ideas incorrectas que se han formado al respecto:
No es un desierto donde se desperdician los talentos. Es un oasis donde crecen los buenos frutos de una mujer que se ha dedicado de tiempo completo a ser esposa y madre de sus hijos.
No es una cadena que te impida ser productiva. Al contrario, es un lugar donde como madre puedes dar fuga y raudal a tu intelecto, a tus capacidades, habilidades y talentos viendo cómo fructifican en tus propios hijos y en tu esposo.
No es estar restringida. La liberación real de toda mujer está en ser madre y esposa de tiempo completo.