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¿Alguna vez, antes de casarte, antes de formar una familia, antes de saber que
estabas embarazada, te preguntaste si tenías “vocación para ser madre”?
Quizás nos parezca común escuchar a algún bachiller preguntándose ¿cuál sea su
vocación? “Voy a comenzar mi carrera de médico, pero quiero estar seguro que tengo
vocación para ayudar a los enfermos”.
Tú mujer, ¿tienes vocación para ser madre?
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Hoy en día vemos que hay muchas guarderías
donde cuidan a los niños porque las madres trabajan.
Sin embargo ahí no se provee realmente lo que una madre puede dar a sus hijos.
Hablando con toda franqueza y sinceridad, nadie amará ni cuidará a su hijo más que su propia madre. Dr. Donald Peterson |
Mujer, estar en casa no es perder el tiempo
Muchas veces pensamos en las nuevas modas o pensamientos humanistas donde se hace creer que el estar mucho tiempo en casa como madre significa estar siendo sobajada o estar perdiendo la autoestima y lugar en la sociedad; de ninguna manera.
Dios en su sabiduría dejó un plan para la familia. Él diseñó precisamente que el hombre no estuviera solo y que tuviera una ayuda en la cual él pudiera apoyarse, y esta ayuda es precisamente la mujer y ella en ningún momento es relegada a un segundo plano, inferior o discriminativo.
Dios realmente le da a la esposa un lugar importantísimo dentro de la familia, de tal manera que la autoestima en la mujer cuando está en casa, teniendo un hogar funcionando adecuadamente, provee una atmósfera hermosa incrementando la confianza de los hijos y de su esposo.
Muchas personas se sorprenden de descubrir cuánto tiempo se requiere para cuidar una familia. Muchísimo tiempo; podemos decir que es una carrera donde las 24 horas al día se está trabajando, 7 días a la semana, 365 días al año, y además provee una alta autoestima a la mujer, cuando ésta se siente parte activa en la familia.
Las metas y propósitos que esposo y esposa se han propuesto juntos en la vida, pueden lograrlos a través del matrimonio o la familia, en beneficio de sus hijos:
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Podrán ayudarles a cumplir sus metas como adolescentes, jóvenes o adultos.
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Formarlos en un hogar con valores éticos, morales y familiares.
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Proveerles una profesión, carrera u oficio con que puedan hacerle frente a las necesidades económicas.
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Prepararlos para servir en el hogar.
Vemos entonces que manejar los asuntos del hogar requiere destreza, inteligencia y sabiduría de parte de la mujer.
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