Los retos deportivos de un IRONMAN y montaņista del Aconcagua
 

Llegar a la cumbre
 

Por: Lic. Olga Almanza Garrido, Terapeuta familiar

 

El día de cumbre empiezas a subir la montaña a las 4 de la mañana. Hay partes demasiado inclinadas, nunca había hecho algo así, hubo un punto en que tuve miedo, debo aceptarlo. Me gusta llegar a este punto de sentir miedo y que debes controlarte porque si no entras en shock y no sabes qué hacer.

¿Y qué pasó? ¿Qué te hizo sentir miedo Iván?

El hecho de que íbamos muy empinados y no estábamos amarrados. No íbamos amarrados y si ves hacia abajo, piensas: “Me suelto y no me encuentran nunca”.

El Pico de Orizaba está inclinado la parte del glaciar, la última parte del cono, pero aquí estaba mucho más inclinado, yo iba detrás de la guía, siguiéndola, con los crampones, que son los picos que están detrás de estas botas pero no llevábamos el piolet porque el guía nos dijo que no era necesario.

¿Qué es el piolet?

El piolet es como un martillo y su uso consiste en irlo clavando en la nieve por la parte de abajo para irte afianzando, fue toda una experiencia.

Bueno, una vez que llegamos a la cumbre, lloras. Todos los Alpes se ven hacia abajo, es algo indescriptible cuando llegas, la vista te impacta. Me impactó las montañas que había visto hacia arriba, ahora todas se ven abajo, estás en la cima de todo el Continente y ves todo esto y te cuestionas: ¿Y ahora qué hago?, Ya se acabó esto y te faltan algunos días para bajar pero como que te cuestionas ¿Qué sigue? Es una emoción enorme.

¿Qué hicieron ustedes al llegar arriba?
Nos abrazamos, gritábamos, saltábamos, hicimos unos videos para la familia, para los amigos, para mi novia, fue una emoción enorme poder ver desde arriba, no hay nada que veas más arriba que tú, es algo indescriptible.

¡No hay palabras cuando llegas a la cima!

Ya el regreso, como tomamos la parte corta, lo hicimos muy rápido, el regreso lo hicimos como en 4 días. Todo el tiempo nos bajamos apoyados unos con otros, íbamos rapidísimo, bajamos hasta la base, bajas solo, llevando hasta 30 kilos lo cual está pesadísimo.

¡Qué hermosa experiencia haber llegado a la cima Iván!

Me llamó la atención cuando comentabas de las largas horas que pasaron en el sleeping bag y son horas sin tener comunicación con las otras personas y con el frío, pues sólo querías estar tapado, quieres dormir pero no puedes, son muchas necesidades que se pasan en el camino.
Así es, acostumbrarte y salir de tu “área de confort” al que estás acostumbrado en la vida y aceptar que estás ahí porque tú quieres, y aceptar que todas estas cosas son parte del proceso y cuando llegas a reconocer que todo esto te está llevando a algo más grande, entonces empiezas a vivir eso como tuyo, ya no lo ves como un sufrimiento pero llegar a ese punto te cuesta un buen trabajo.

Si Iván, sólo ustedes que lo han vivido. Son experiencias muy personales y lo que decías de cuando están allá, en la cima, todas esas experiencias que viviste aun en el Ironman y en el Aconcagua. ¿Qué te dejó todo esto como persona?

Un crecimiento mental, y para serte muy honesto, terminando el Ironman me dije: “No vuelvo a hacer esto en toda mi vida” “¿Qué es esto? ¡No lo vuelvo a hacer!”. Igual, bajé de la montaña y me dije: ¿Volver a subir a una montaña? Aquí la excursión dura 8 días, en un 8 mil la expedición dura dos meses.

Además, no te bañas en todo el tiempo, apestas, la tienda de campaña huele horrible, es una incomodidad espantosa, por eso dije: “No lo vuelvo a hacer”.

Después, la mente asimila lo que hiciste, la mente asimila estos niveles que desbloqueaste y entonces te dice: “Me gustaría hacer algo” o  “Superar otro reto” y a la vez te dices: ¿Cuándo voy a parar?, pero creo que parte de la vida es eso, superar retos, ponerte expectativas.

Precisamente quisiera pedirte un mensaje a la audiencia enfocado a la superación de los retos. Es muy respetable que cada quien decida si lo hace o no, pero esto que comentas de la actitud para vencer los retos, de la fortaleza mental que se requiere, es algo que comparten todos ustedes Iván, me refiero a los competidores…

Leí testimonios de gente que como tú Iván, que participaron en algunos Ironman y ahora comprendo con lo que nos platicaste y lo que leí, por qué todos coinciden en el mismo punto. Uno de ellos dice:

“El Ironman es un desafío personal, es un anhelo, un objetivo, puede ser para muchos un capricho, o una locura, quizás sea todo esto y mucho más, pero es un horizonte que marca estar horas activo.”

Es esa actitud de avanzar siempre ¿no? Así que Iván, con esto que nos has comentado y después de haber tenido experiencias tan fuertes de retos tan altos como llegar a la cumbre del Aconcagua, ¿qué más nos puedes decir?

Creo que la importancia de estos retos es demostrarte que las cosas son posibles. A veces nos enfrascamos en problemas que luego a futuro nos parecen ridículos, nos detenemos en problemasde los que no queremos salir, por eso creo que este tipo de actividades te ayudan a ver los problemas diferente, como que la mente ya no se bloquea en automático ante un obstáculo.

Enfrentar retos es demostrarte que las cosas son posibles
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