Los retos deportivos de un IRONMAN y montaņista del Aconcagua
 

Participar en el IRONMAN representa una prueba de resistencia, inclusive mental
 

Por: Lic. Olga Almanza Garrido, Terapeuta familiar

 

También pensaría la gente que participar en el Ironman más joven es mejor, pero los mejores resultados se obtienen entre los 34 a 37 años, estas personas son las que hacen los mejores tiempos porque ya tienes una madurez mental, pues es una prueba de resistencia, no solo de condición física.

Es una resistencia mental porque llegas a tal punto en que a las 5 horas te preguntas: ¿Qué estoy haciendo aquí? A mí me pasó saliendo del agua. Lo haces más bien por orgullo en que dices: “Ahí nos vemos”. Afortunadamente me encontré a dos personas del grupo quienes me animaron y así nos vamos, arropándonos unos a otros. Finalmente lo logré, hice 15 horas 50 minutos.
 
¡Felicidades Iván! Entiendo entonces que iniciar una competencia así es irte con la idea muy clara de terminarla porque, ¿Cuántas personas  como tú en el periodo más intenso y difícil  se sintieron con desánimo? Qué  importante es escuchar la voz y la cercanía de gente que te está apoyando.

Así es. Yo no lo creía hasta que hice el Medio-Ironman y luego el Ironman. Me decían: “Es que cuando la gente te dice ánimo, corres”. Bueno, yo corrí no solo por un gel o por comer algo de proteína, sino que los ánimos que te dan cuando te grita la gente es algo indescriptible: Tú vas corriendo y te sientes mal y cuando te empiezan a gritar: “Ánimo”, es una inyección de adrenalina, de emoción, de energía. Es impresionante.

Disfrutar cada etapa durante el reto hace menos difícil el llegar a la meta.

Lo que decías de tener en tu mente el terminarlo es algo muy interesante que me pasó en el Ironman completo y ahora en el Aconcagua. Sí tienes que ser muy cabal en tu mente, pero si tú empiezas la carrera o la expedición en el Aconcagua y traes la meta en la mente de que “ya quiero acabar” o que ya estas pensando en “llegar a la meta”, es más bien algo que te destroza sicológicamente.

¿Por qué? Porque si tú no vas viviendo momento a momento, si no vas concentrado y estás piensando en llegar al final, entonces la mente se empieza a fatigar porque lo que tú quieres es llegar y si empezaste en el Ironman, -que fue lo que me pasó en una nadada que se me acalambraron las piernas en el mar- ya estás pensando en qué momento se va a acabar ya esto o en ¿cuándo veré el final? Es una tortura sicológica, espantosa, porque vas a estar así durante 15 horas, vas a estar así en el Aconcagua durante 15 días pensando cuándo voy a llegar al final, entonces eso para la mente es como una frustración larguísima.

Entonces, lo que tienes que hacer y es lo que mucho me había recomendado el guía en la expedición al Aconcagua donde éramos 6 mexicanos, él nos decía: “No piensen en la cima, olvídense, ustedes vayan día a día, disfrutando el día, a veces serán días difíciles, siempre piensen que el día se va a acabar en algún momento, pero no traigan en la mente todo el tiempo la cima porque va a ser una tortura que los va a acabar”. A mí me pasó en las dos partes.

Lo logré, logré llegar al final, pero sí creo que esto fue porque nunca había estado en una competencia así ni nada, esto lo va uno aprendiendo, va madurando esta situación sicológica de las competencias largas y de mucha exigencia.

Estoy entendiendo que esto va muy ligado a la fortaleza emocional porque implica prepararte para una carrera, entrar y decir: “Ya estoy entrando al Aconcagua”, “Ya estoy nadando mis 3.8 kilometros”, es decir, requiere no solo una preparación física sino emocional, sicológica… ¡qué fuerte es esto! Porque la mente nos trae pensamientos y tú tienes que llevar en tu mente cómo  disfrutar la carrera.

Así es, la carrera es súper mental, es muy mental, por eso te digo que los más fuertes competidores que generan los mejores tiempos en el Ironman, no son personas de 25 o 20 años, que normalmente en muchas disciplinas son los que tienen mejores resultados como en las Olimpiadas porque tienen más condición física, juventud, lo que tú quieras.

En este caso, se requiere mucha mente y eso lo puedes ir madurando, por eso es muy importante la cuestión mental en las carreras. Algo muy cómico en el Ironman: te pasa que cuando estás corriendo, te hacen pasar frente al hotel porque es una parte del recorrido y ya te imaginarás, ¡yo estuve a punto de irme al hotel y decirles: “Ahí nos vemos”! Verlo y no poder llegar es una tortura.

En el montaņismo se desarrolla una férrea voluntad
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