Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

Nuestro mundo es cada vez más complicado. Muchos jóvenes se sienten mal preparados para hacerle frente a las muchas decisiones y presiones que se les presentan.

¿Sabías que nuestros jóvenes experimentan retos y decisiones? Simplemente la falta de apoyo familiar: cuando el padre no toma su liderazgo en el hogar, cuando la madre está envuelta en problemas sentimentales y no tiene la libertad para poder ayudar a sus hijos, cuando hay rencores, amarguras en casa, pleitos, cuando hay separaciones, divorcios, cuando hay padres violentos, alcohólicos, madres irresponsables, hijos que sufren y no saben cómo enfrentar ese desafío.

Simplemente cuando van a la escuela y están bajo la fuerte presión escolar, se ven atraídos y con la necesidad de formar parte del grupo y ser aceptados en él.

Muchas veces tienen que ingerir alcohol, caer en el tabaquismo, alcoholismo, en las drogas, en el sexo promiscuo antes del matrimonio, contrayendo enfermedades, muchas veces mortales.

El síntoma que define a la depresión es una tristeza que va más allá de un sólo día. Es más que un mal día, que puede ser un estado de ánimo normal tanto que el paciente empieza a descender, se siente que va de picada hacia abajo, pierde el sabor o el placer de vivir, además se considera incapaz de dar afecto, dar amor.

Hoy en día experimentamos esto en muchas diferentes situaciones, padres, madres, esposos, esposas, hijos, seres humanos que nos sentimos incapaces de brindar afecto y de brindar cariño y eso incrementa nuestros sentimientos de culpa porque no estamos haciendo lo que es correcto.

Esto es terrible porque produce un estado de culpabilidad muchas veces tan fuerte, que el 15% de las personas que experimentan depresión con culpabilidad terminan quitándose la vida.