Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

Hoy en día se requiere valor para poderle hacer frente a las necesidades que enfrentamos, a los problemas económicos, al desempleo, al hijo rebelde, al esposo adúltero, a esa situación que está destruyendo el ánimo, que está causando tristeza profunda y te está llevando aún a ser un cobarde, un miedoso.

Hay a quienes todo les da miedo; incluso cosas que ni siquiera suceden, pero que se imaginan que van a suceder: “me voy a enfermar”, “¿cómo le voy a hacer con este problema en la casa?”.

¡Qué desagradable es cuando no podemos hacerle bien a nuestro hijo! Cuando no nos sentimos capacitados para poder sacarlo del pozo en que cayó, cuando no podemos hacerle frente al problema que está delante de nosotros y hay tristezas tan grandes que desesperan.

La depresión

Cuando la tristeza se prolonga y es un estado de ánimo frecuente, corre por mis venas, es mi acompañante, camina conmigo; entonces nos duele el alma, es un estado de ánimo continuo, son muchos días, meses y a veces años, y nos conduce a la depresión .

La depresión es la forma más común de sufrimiento mental, causa serios problemas en la vida familiar, social y en el trabajo de aquellos pacientes que la padecen. La depresión es un estado de ánimo negativo, tiene un impacto muy negativo en la calidad de vida de sus víctimas.

En todo el mundo la depresión cada vez se vuelve una enfermedad más frecuente. Afecta muchas personas: una de cada cinco; las encuestas van acelerándose cada vez más, porque ni siquiera tenemos estadísticas ya actualizadas.

Piense usted en la catástrofe que acabamos de enfrentar, conocida como el tsunami o maremoto que afectó más de 9 países en Asia. ¡Cuánta angustia, cuánta desesperación, en esas personas que experimentaron la tragedia, que la experimentan actualmente, que la viven hoy en día!

Muchos perdieron seres queridos, otros perdieron sus bienes, algunos sobrevivieron, pero ya no tienen a su papá y a su mamá y quedaron huérfanos; otros quedaron solos completamente sin sus hijos. Estamos hablando de más de 225 mil personas muertas, además de las desaparecidas y además de todas las consecuencias que va a generar esta desgracia, que es en este siglo la más impactante: el tsunami en Asia.