Por: Lic. Olga Almanza Garrido, Terapeuta familiar

“La mujer virtuosa es corona de su marido, mas la mala mujer es carcoma en sus huesos” y el Manual del Fabricante nos dice: “Ve a la hormiga oh perezoso, tan chiquitita y ahí va cargando su hojita pero va acumulando su comida  para el tiempo malo”

“El alma del perezoso todo desea pero no lo alcanza porque no le gusta trabajar”, solo rascándose la panza y tú te estás riendo, te puedo oír, porque dices: “Así era mi marido y por eso lo dejé” pero dale otra oportunidad y enséñalo a trabajar, nosotros somos madres y perdón porque está mi esposo, pero somos madres a veces de nuestro propio esposo enseñando los roles que nosotros queremos en la familia.

Como eje del hogar, enseña a tus hijos el área espiritual, es un área muy descuidada pero aprende que los seres humanos somos seres tripartitos: espíritu, alma y cuerpo. El alma se alimenta de todos los afectos que nos rodean y el

cuerpo se alimenta de todo lo que comemos, por eso luego estamos como estamos. También enseñar a nuestros hijos a buscar esa área espiritual y meditar en esa área espiritual.

Gracias maestra, esto que comenta de los hijos y la crianza, es un tema tan importante en México con tantos hogares mono parentales y sostenidos por mujeres. ¿Qué les recomiendan ustedes a ellas sobre esta enorme tarea de formar hijos a pesar de la ausencia del padre varón en muchos hogares?

Domingo.- Esto representa un gran conflicto en la actualidad, las mujeres solas en el hogar, deben ser mujeres sabias y cuando tienen al esposo, poner límites de conducta a los hijos, es decir, estructurar el aspecto conducta en el hogar. El mundo está en crisis, pero en crisis de valores, y ¿Sabes por qué? Porque los padres no quieren incomodar a sus hijos, están viviendo en una zona de confort.

Papá dice no, mamá dice sí. Mamá dice no, papá dice sí. El Manual del Fabricante nos marca también un reglamento de conducta para que nosotros como padres no lloremos lágrimas de sangre cuando veamos que nuestros hijos han fracasado en la sociedad.

El manual del Fabricante nos dice también: “Honra a tu padre y a tu madre” y para los hijos: “Obedezcan sus padres” y al papá o a la mamá, con pareja o sin pareja les dice: “Corrige a tu hijo y te dará descanso”. “Cuando llegue tu madre a vieja, no la menosprecies”. “Instruye al pequeño en el camino espiritual y aun cuando fuere viejo no se apartará de él”.

Es necesario fomentar la disciplina en casa

“Ninguna disciplina por supuesto, es causa de gozo pero observemos que después da un fruto apacible lleno de justicia”. Entonces, no rehúses corregir a tu hijo aunque estés sola.

Elda.- Este punto es  importantísimo. Tenemos una crisis de desintegración tremenda. Esta crisis radica en la desintegración del hogar. Los niños buscan la calle, buscan las redes sociales, buscan tener amistades negativas donde ellos a la corta edad  de 16, 17 o 18 años ya se convirtieron en padres.

¿Crees que estos jóvenes podrían llevar a cabo esta tarea tan difícil si nosotros realmente como madres y si hay un padre en la familia no nos ponemos de acuerdo en la disciplina? La disciplina es importantísima.

Yo recuerdo que alguien me dijo en una ocasión, tú en lugar de madre pareces madrastra. Me lo decía mi madre: “Los traes a raya, que pongan esto aquí, eso allá, que van a estudiar, que no falten a la escuela”. Realmente educar a los hijos es tiempo, es dedicación, es amor y un día ellos te lo van a agradecer.

 Al principio  decía mi esposo: “Ninguna disciplina es causa de gozo, pero después da fruto apacible de justicia”. Es una realidad ponerles límites a los hijos. Si dices: “A las 10 de la noche vas a estar aquí”, a las 10 de la noche vas a estar allí y dirán que ya tengo 71 años que vivo en la “Momiza” pero los reglamentos, la disciplina para una familia no tienen edad siguen siendo los mismos.

Hemos perdido valores, la crisis de valores fundamentados en una crisis de amor porque la disciplina es un acto de amor para nuestros hijos. El que no disciplina a sus hijos no lo ama. Porque al tiempo terminará en la cárcel, terminará en las drogas, terminará en la prostitución, en el camino más fácil para salir adelante, ¿Por qué?, porque nunca tuvo límites en el hogar.

Tenemos que enseñar a nuestros hijos a obedecernos, pero hablarles con amor, corregirlos para que nuestra vida tenga descanso, como nosotros lo vivimos ahora en nuestra edad y vemos a nuestros hijos preocupados por nosotros y nosotros felices de que ellos vean por nosotros a pesar de que alguien me dijo: “Tú no eres madre, eres madrastra”. Qué maravilloso fruto el que vivimos ahora.