Hogares Saludables
 

Los equivalentes permiten cambiar la dieta a nuestro gusto y necesidades
 

Por: Lic. Olga Almanza Garrido, Terapeuta familiar

 

Todas las frutas las podemos incluir, pues también hay muchas ideas equivocadas: “Es que no podemos comer plátano”, “No podemos comer mango”. Sí los podemos comer nada más que la cantidad nos toca menos, por ejemplo, en la equivalencia viene que una taza de papaya es igual a medio plátano, entonces dices “Voy a comer plátano pero me va a tocar medio” o “Me tocan ciruelas, traigo algo de estreñimiento”. Puedes escoger las más altas en fibra.

“Puedes pensar: “Me estoy agripando”, entonces consumes las que tengan alta vitamina C, entonces sí se pueden cambiar todas las frutas y también los carbohidratos, por ejemplo, a veces dice: “Es que la papa no se puede en la dieta”, sí se puede, media papa equivale a una tortilla.

Otros dirán que “el pan no se puede”, y sí se puede: una tortilla equivale a una rebanada de pan integral o a una tostada, un elote, medio betabel, es decir, sí se puede incluir todo lo que se nos antoje porque no debemos sentirnos tan limitados, más que nada es saber combinarlos y qué cantidades son las que equivalen al menú que es de 1500 calorías y no pasarnos para controlar el peso.

Karla, aquí me surge una duda que se presentó en forma frecuente en los Centros Comunitarios  y que ustedes la recordarán. Las mamás siempre  preguntaban en relación a esta dieta ¿Cómo le harían para poderla llevar con sus hijos? Porque desde luego decían:  “No podemos cocinar solamente para nosotras, pues tienen que pensar en los niños”, y creo que el punto importante es en relación a las porciones, ¿Es correcto Karla?

LNC Karla: Sí Olga. Yo traté de hacer un menú, un plan de alimentación saludable; entonces, este plan lo pueden llevar todos en la casa pero las cantidades son diferentes dependiendo de si son niños, hombres o mujeres, si son adolescentes o si son niñas, o si tienen sobrepeso o si tienen actividad física.

Para que sea fácil para las mamás y no complicarles tanto, las mamás deben ir calculando; dependiendo de si su hijo es delgado, puede darles más porciones que no se queden con hambre; si es una niña con algo de sobrepeso, bajarle un poquito en las cantidades, si vienen tres tortillas y le van a dar frijoles, pues igual le quita los frijoles o bajarle a la cantidad de las tortillas o si es en la noche y vienen dos entomatadas y la niña es chica pues a lo mejor con una estaría bien, pero en cuanto a los alimentos, es importante que todos lleven en la casa lo mismo, nada más que las cantidades sí tienen que variar.

Es decir, hay que regular las porciones. Me imagino que así le hizo usted  Señora Julieta. ¿Cómo le ha hecho para cocinar esto en su hogar? ¿Ha tenido problemas para aplicarlo con su esposo?

Sra. Julieta: No, porque comemos lo mismo él y yo. De hecho, nos servimos la misma cantidad. Él quizás un poquito más porque está más alto y come más, pero yo me estoy basando en la palma de la mano, es decir, qué es lo que tengo que comer de carne, lo que tengo que comer de arroz, lo que tengo que comer de verdura, ya con medida para no pasarme, porque yo era de las personas que decía: “Otro platito porque me quedó el huequito”, ahora ya no, ahora las porciones son medidas

Yo creo que  aquí se puede observar una palabra clave que es: disciplina. Es lo que se necesita: fuerza de voluntad.

Sra. Julieta: A veces que me daba hambre decía: “Quiero comer” y aunque comía fruta, me daba la ansiedad de seguir comiendo algo que tuviera más calorías, que me hiciera sentir mejor, pero es una lucha continua, de hecho en diciembre, que  hubo tamales, atoles, de todo, me limitaba a mis dos tamalitos y mi café en mi cena y de los tamales delgados porque antes me cenaba de 8 a 10 tamales.

LNC Karla: Sí se requiere fuerza de voluntad porque claro que la gente se come 4 tamales con el chocolate caliente, con el champurrado, con los buñuelos, con las rajas con crema arriba de los frijoles refritos… y pues sí, es una bomba de calorías y si son las calorías que necesitamos para un día completo o dos, igual nos lo aventamos en un solo día ¡o en la cena! Un tamal es muy alto en calorías porque sabemos cómo se prepara.

Karla, la Sra. Julieta hace sus tamales y sé que ella les ponía menos calorías. Además ella y su hermana hicieron los tamales de Navidad en su casa e hizo tamales especiales por las porciones, es decir, cuidándose.

Sra. Julieta: Así es, los hicimos delgaditos para no comer tanta grasa y no tanta masa. Los hicimos “dietéticos”. Me cené dos y al día siguiente al recalentado, ya no me comí los tamales que quedaron.

La fuerza de voluntad para comer saludable beneficia a la...
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