Por: Lic. Olga Almanza Garrido, Terapeuta familiar

Aquí en algún programa, comentando precisamente de los valores decíamos: “Lo que hay que educar, es la voluntad” y esto de decidir ante la información, es voluntario. También hablamos de que los padres de familia deben colaborar con sus hijos instruyéndolos  y ayudarles, y también la sociedad; pero también es cierto que cada quien somos responsables y tenemos uso de razón y llegamos a desarrollar una conciencia de que somos muy responsables de lo que queremos.

En la vida siempre se nos presenta el bien y el mal y cada quien tiene la decisión para escoger y qué bueno que haya la oportunidad de conocer esto en un salón de clase, qué bueno que se lleve esto a las preparatorias, a las secundarias y desde luego que este trabajo se haga en conjunto con la familia, la sociedad, el gobierno cuando interviene a través de ustedes como Centros de Integración Juvenil.

Es muy bueno hablar a través de la información maestro, porque cuando se consumen drogas no solamente se afectan las personas sino también a la familia.

Ahora quisiera que viéramos cómo llega una familia necesitada al CIJ, pues un problema de adicciones siempre va a afectar a nuestro prójimo y en este sentido, ¿Cómo es que llega una familia, una persona al Centro de Integración Juvenil? ¿Cuál es la ayuda que piden? ¿Cuáles son los problemas que se han generado en la familia? ¿En qué momento es que se acercan los padres de familia o un Director de escuela que les pide que vayan a dar pláticas?, ¿Qué es lo que ven ellos?, ¿Qué perciben?

Algo que a mí me da mucho gusto comentar y a lo mejor algunos papás puedan decir que andamos muy mal en Torreón, pero me da gusto comentar, es que hemos cerrado los últimos años siendo el primer lugar, el segundo lugar de los 117 Centros (CIJ) del país donde más jovencitos recibimos, de 13, 14, 15 años y me da mucho gusto porque esto tiene que ver con un Programa de Capacitación que hacemos en las escuelas y a los docentes para que puedan hacer una detección y una canalización oportuna al tratamiento.

Anteriormente recibíamos pacientes, y eso era en todo el país, después de que ya tenían 6 a 7 años de usar drogas.  Llegaban a pedir ayuda después de 6 o 7 años de estar inmersos en el consumo, entonces 6 o 7 años es mucho, son muchos. El estarlos recibiendo ahora chiquitos, chiquitas, muy chavalitos es como cualquier enfermad, si tú la detectas a tiempo y la atiendes, las posibilidades de que te recuperes son muchas, es lo mismo con las adicciones.

Si se detecta a tiempo en el chavito y acude al tratamiento, la posibilidad de que ahí se quede su consumo, es muy alta, es decir, que no vaya más allá, por eso creo yo que estamos teniendo esta gran ventaja, porque si la escuela se hiciera de la vista gorda y tomara una actitud de decir: “Aquí no pasa nada”, “Ninguno de nuestros alumnos usan drogas”, “Nadie ha probado” etc., pues ya sería la bronca para después, porque seguramente sí hay pero no se están poniendo las alertas, las antenitas.

¡Qué importante es la labor preventiva y de información para los jóvenes!

Maestro, pudiera comentarnos además ¿De qué manera se puede involucrar más ampliamente a la sociedad con ustedes? ¿Qué programas tienen? ¿Cómo pueden involucrarse la comunidad universitaria, los maestros, los padres de familia que ven este problema en sus colonias? ¿Qué pueden hacer ellos para colaborar en la labor preventiva?

Los Centros de Integración Juvenil somos un centro chico, el Equipo Médico, Técnico, Psicólogos y Trabajadores Sociales, somos un equipo de 9 personas y aunque somos poquitos, la labor del Centro de Integración Juvenil siempre ha sido la participación, su columna vertebral tiene que ver con la participación voluntaria.