Por: Lic. Olga Almanza Garrido, Terapeuta familiar

El año pasado tuvimos cerca de 240 a 250 voluntarios y que todos los días, dentro de sus ámbitos escolares, laborales, comunitarios, de iglesia, o en donde es su espacio, realizaron actividades de prevención. Esto es lo que hace fuerte y ha hecho fuerte a la Institución, porque para que una institución se haya mantenido por tantos años y que cada vez vaya creciendo más y más y se vaya ampliando, es mucho por su gente, de tal forma que los Centros de Integración Juvenil (CIJ) tienen presencia  en todo el país, no hay Estado en el que no esté presente.

En cuanto a los proyectos, CIJ reparte sus tiempos en prevención y tratamiento. Alrededor de un 35% del tiempo está dedicado al tratamiento, atender a los jóvenes, niños, a quienes consumen drogas y a sus familias en nuestras instalaciones a través de consulta externa. Nosotros no tenemos un área de hospitalización aquí. Tenemos unidades de hospitalización de CIJ siendo las más cercanas en Jerez, Zacatecas y Monterrey, NL. Enviamos los casos que nosotros consideramos necesitan el internamiento y que son los menos.
 
¿Y cuál es el perfil de quienes canalizan a esos Centros, cómo lo hacen?

Si a un papá o mamá le llamaron de la escuela y le dicen que su hijo está consumiendo drogas, el impacto es muy fuerte, lo primero que viene a la cabeza y al corazón de los papás y mamás es preguntarse: ¿Qué hicimos?, ¿En qué la regamos?, ¿Dónde fallamos?, ¿Por qué a nosotros?, etc.

No he escuchado a un papá o mamá que diga: “Yo estoy haciendo todo esto para que mi hijo no llegue a usar drogas.” Es decir, todos los papás, las mamás pensamos que lo estamos haciendo bien y que no les estamos haciendo daño a nuestros hijos y que no los estamos empujando al consumo de drogas, nadie lo hace así, por eso, cuando se enteran, el impacto es muy fuerte y viene como un sentimiento de culpa y eso es lo primero que se trabaja, desde las primeras sesiones es la parte que hay que trabajar.

Nosotros decimos algo así como “Bajarle a la culpa” porque la culpa no te va a ayudar. Te la puedes pasar toda la vida culpándote y si no haces algo para darle para adelante, entonces de nada te sirve la culpa.

Aquí lo importante es empezar a trabajar eso y establecer objetivos para lo que viene, eso ya pasó, lo que ya viviste. Qué bueno que la vida fuera algo así como regrabable, (le quitamos lo feíto y ponemos lo bonito), pero no, ya no se puede, entonces lo importante es: ¿Qué va a pasar de aquí en adelante?

¿Cuándo es necesaria una hospitalización?

Los casos que requieren de hospitalización son los menos. Muchas veces la primera reacción de la familia es: ¿Dónde lo encerramos?, ¿Dónde lo internamos? ¿A dónde lo llevamos? En los casos en que la familia intentó una cosa, intentó otra y no ha funcionado, llegan y dicen: “Ya queremos encerrarlo porque ya no podemos”.

Evaluamos primero el tipo de droga que está usando, el tiempo que la tiene usando, todo lo que ha ido perdiendo la persona, (que a lo mejor ya no está trabajando, o ya no está en la escuela).

Se valoran muchos aspectos para recomendar una hospitalización, aun viniendo a sus terapias dos veces a la semana, una vez a la semana o tantas horas a la semana, puede ser que eso no le va a servir del todo y lo que necesita es la Unidad de Hospitalización, y entonces se los proponemos.
 
El primer requisito para irse a la Unidad de Hospitalización es que quieran estar, porque no es de que “llega y lo encierro”; sino es de querer estar ahí, porque es de puertas abiertas, y es con una atención profesional. Igual es con el Equipo de Médicos, Trabajadoras Sociales, Psicólogos y te digo, son los menos.

¿Maestro, hablaba de un 35% de tiempo dedicado al tratamiento?

Así es, el 35% es el tiempo del tratamiento que le dedicamos el equipo de Centros de Integración Juvenil (CIJ).  Todo lo demás, el otro 65% está dedicado a la prevención en nuestros Centros.

La gente tiene que saber que en nuestro país el 94% de la población no consume drogas ilegales, entonces tenemos que atender a ese 94% de la población, porque el 6% que ya consume drogas, que ya tiene un problema, los tenemos que atender y para eso están nuestros proyectos de trabajo también.

Pero hay que seguir insistiendo, pues la parte preventiva es la clave, porque de nada sirve que estuviésemos atendiendo a ese 6% si luego se va a convertir en 8% en 10%, en 15% en 20%, es decir, se va haciendo más grande el problema de atención.

Por eso la importancia de los proyectos preventivos y te decía que la columna vertebral del trabajo es el de los voluntarios. Nosotros tenemos afortunadamente grupos promotores en la secundaria que son chavitos de segundo, de tercer año, que realizan actividades preventivas.

En el ciclo escolar pasado, con la Campaña de: “Infórmate y Decide” hubo dos escuelas secundarias en que los chavillos querían hacer algo y estuvo muy padre.