La Educación para personas con Capacidades Diferentes
 

Los niños discapacitados motivados presentan mayor avance
 

Por: Lic. Olga Almanza Garrido, Terapeuta familiar

 

Yo espero de mi hija, como le dije al principio, que sepa valerse por sí misma, que sus necesidades sepa desarrollarlas, cualquier logro, por más pequeñito que sea se lo festejamos en la casa al mil y a veces uno como padre cuando tienes otros hijos, los comparas y a veces uno mismo discrimina a uno en los estudios que les puedes dar, porque afuera te dicen: “Es un niño que no va a aprender”, pero con mi hija yo he aprendido que cuando uno le pone todas las ganas del mundo, cuando motivas a tus hijos, cuando los ves a todos por igual, ellos aprenden a desarrollarse hasta donde puedan y es lo que yo quiero lograr con mi hija, que llegue hasta donde más pueda. Y a lo mejor no va a ser una licenciada, una enfermera o no va a tener una profesión, pero lo que ella logre y lo que ella alcance, para nosotros es un gran logro.

Gabriela, nos puedes comentar ¿en qué consiste la discapacidad de tu hija? Nos comentabas que es un Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) el cual ya es muy común en muchos niños en México, pero también de la Displasia Frontal, esto para que los padres de familia se identifiquen y no dudo que algunos de los papás que nos están escuchando tengan un hijo o una hija así, platícanos por favor al respecto.

Mi hija es gemela, yo tuve un embarazo gemelar. Cuando tenía 6 meses, a partir de ahí, la niña se empezó a quedar estancada a diferencia de su otra gemela, quien se iba desarrollando y creciendo en forma normal y junto a los otros niños, ella se iba quedando chiquita.

Cuando se acercaba el tiempo para que ellas nacieran, el doctor me dijo: “La niña va a ser una bebé que va a estar en incubadora, quizás va a requerir un “respirador artificial” y gracias a Dios, cuando nacieron, la niña respiró al nacer, todo normal, pero cuando el doctor la vio y me dice que la niña viene muy bajita de peso, (nació de 1.400 kg, era una cosita chiquita), sí pasó por incubadora, por todo esto, pero respirando sola.

Cuando pesó 1.800 kg me la entregaron y al principio yo vi que no se desarrollaba igual que la otra. La otra niña ya se sentaba y ella no, la otra empezaba a caminar y ella no, así que era muy notoria la diferencia, pero a partir de cuando la niña tenía un año fue que le diagnosticaron un retraso mental.

El médico me dijo: “Es una niña que no va a caminar, no va a hablar” como quien dice la iba a tener sentadita como a muchos niños similares así los tienen cuando no le echan las ganas.

Ahorita, Idalia es una niña que a sus 8 años ya sube y baja escaleras, corre… ¡y yo creo que no vuela porque no tiene alas! Ha sabido desarrollarse. Yo  guardo mucho agradecimiento al ICADI y a todo el personal porque en conjunto hemos trabajado con ella, creo que en partes iguales, tanto en la casa como en la escuela.

El trabajo con amor y en equipo promueven el desarrollo de...
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