Por: Lic. Olga Almanza Garrido, Terapeuta familiar

¿Cuál es la problemática de la secundaria? El noviazgo, la violencia en el noviazgo. Tenemos una plática que se llama “Parejos en pareja” para que tú te informes de que si el novio te cela o tú jovencita, estás celando y estás acosando al muchacho, eso es violencia y lo tienes que denunciar o simplemente romper.

En preparatorias y en universidades estamos trabajando también el tema de la Trata. Eso es muy importante porque es donde más se captan a las jovencitas: a través de las redes sociales; tratantes de mujeres que las van a utilizar para la prostitución, para trabajos forzados, para pornografía infantil, son temas que son muy fuertes, pero nosotros estamos obligados como Instituto a llevar esta información a todos los ámbitos de la sociedad.

Llevarla a comités vecinales, irnos a centros comunitarios, irnos a asociaciones de padres de familia a trabajar con ellos, a llevarles esta información, porque no solamente es el hecho de que yo le informe al chavito qué es lo que está pasando -o a la niña- es también para que la madre, el padre se acerque a sus hijas, supervisar qué es lo que están viendo en internet, al novio que traen, o a la señora que  trabaja con usted, para que pueda trabajar con su familia.

La verdad, el trabajo del Instituto ha sido la prevención, y no es de estar atrás de un escritorio, nuestro trabajo está en la calle y eso es algo que la verdad le agradezco mucho a mi equipo, porque ha sido un trabajo de 365 días. 

Desde el primer día, llegó una mujer y empezamos a visualizar cómo tener un espacio, en dónde cada una de ellas se pudiera visualizar en un espacio, a dónde ir a platicar, en dónde se sintiera a gusto, en un ambiente cálido... porque muchas veces dicen “me da vergüenza llegar a decir que mi marido me pega, o que mis hijos me pegan”, porque también están siendo violentadas por parte de los hijos.

Tenemos testimonios como el de una mujer que llegó al Instituto y que nos dijo: “Tengo 45 años y no encuentro trabajo, entonces yo andaba buscando qué hacer porque necesito estar activa, y les agradezco el que ahora me sienta útil porque el taller de albañilería estuvo padrísimo.”

Esto para nosotros nos confirma que no estamos equivocados en cuanto a las opciones que puedan tener las mujeres para sentirse útiles.

Contamos también con la Unidad de Apoyo a la Familia, porque una mujer siempre viene acompañada de sus hijos, es como “la patita que trae a sus bebés siempre”, entonces tenemos que atenderlos en conjunto para que puedan recibir la atención integral; así como los casos de conciliación matrimonial donde se dan los problemas propios de la pareja, a veces complicados, como el caso de una mujer que llegó diciendo: “Licenciada, yo a mi marido lo quiero mucho, pero a lo mejor estamos viviendo una situación difícil, problemas económicos, agresiones, situaciones por la edad porque entramos en la menopausia y la verdad es complicada la relación”. En este caso, también es nuestro deber buscar la unidad en la pareja.

No somos partidarios en influenciar negativamente en las decisiones con las mujeres y decir: “fírmele aquí señora para que se divorcie de una vez porque así es más rápido”, No. es a hablar con la  señora e invitar a su marido, sentarnos  a platicar y hacer una terapia en familia, porque no se trata de estar desuniendo las instituciones, ni tampoco los vínculos.

Habrá casos en los que sí se recomienda la separación porque de seguir así a la pobre mujer la van a matar o se va a quedar discapacitada por los golpes, esa es la obligación que nosotros como instancia, como Instituto de la Mujer tenemos: el apoyarlas y darles esa seguridad, reconfortarlas y decirles lo valiosas que somos las mujeres, esas son las acciones que nosotros tenemos que hacer.