Por: Lic. Olga Almanza Garrido, Terapeuta familiar

Una mujer violentada duele muchísimo, es como si nos estuvieran golpeando. En Coahuila tenemos una fuente de información que es la Secretaría de la Mujer e indica que en Coahuila el 40% de las mujeres ha sufrido algún tipo de violencia y efectivamente, es muy alto.

A lo mejor luego identificamos o pensamos que la violencia es solamente que te estén golpeando. No.  Es una violencia que se puede definir en muchas formas: económica, física, sexual, psicológica (que es una de las violencias que más se vive) como el hecho de que te digan “gorda”, “fea,” o el hecho que tu marido o tu pareja te diga “cómo eres inútil” o que te digan piropos obscenos, esa es una agresión, esa es la violencia  que más sufrimos las mujeres.

Dos de cada 10 mujeres en Coahuila son constantemente golpeadas. Esto quiere decir que estas mujeres sí pueden andar con un moretón en la cara o con un brazo dislocado o en coma en el Hospital porque también se llegan a esos casos de extremos.

La violencia emocional es el tipo de violencia que en mayor escala experimentan las mujeres. Comentarios como: “si no me haces caso ya no te voy a querer”, “sin mí no eres nadie”, “tú no sirves para nada, te voy a regresar con tu mamá”, “a mí no me gritas”, “tú eres una tonta”, “nada más por lástima te tengo en mi casa”. Esa es una violencia, un chantaje por parte de los hombres hacia las mujeres.

Lo más fuerte de esto es que te des cuenta de que este trato no es normal, como por ejemplo cuando te dicen: “hijita, no  te voy a poder pagar la universidad, te voy a tener que sacar de estudiar, porque, finalmente tú te vas a casar y  tu hermano sí tiene que estudiar porque él es el jefe de la familia...” y eso no es cierto, el 24% de las mujeres en Torreón somos jefas de familia.

Esto no significa que estemos solas, significa que somos las que aportamos el gasto a nuestra casa, que somos las que trabajamos y las que mantenemos a nuestra familia, no importa si tienes a la pareja.

Otro tipo de violencia es la económica. Se presenta cuando por ejemplo te dicen: “¿Sabes que? Yo nada más te voy a dar para comprar las cosas de la casa, tú no necesitas manejar el dinero porque eres muy tonta no sabes comprar”, entonces el hombre va al súper compra y paga y la señora nunca recibe un peso. 

El Instituto trabaja mucho en la calle, más bien, nuestro trabajo es en calle. Clementina tiene un área muy importante: trabaja en las colonias y llega y le pregunta a alguna mujer “¿señora usted qué sabe hacer?”, “No pues, yo no sé hacer nada”  luego dices, “¿cómo que no sabe hacer nada, pero si usted, cocina, lava, plancha, limpia su casa, educa a sus hijos..?” En este punto, las mujeres tenemos un problema y eso ya no es el problema del hombre, es problema de nosotras como mujeres que no valoramos lo que hacemos todos los días, lavar, planchar, barrer, sacudir, arreglar y todavía después de hacer esto, venimos de la jornada del trabajo en la maquila, en la tienda, en la oficina, en el mercado, en donde haya un trabajo donde la mujer se desarrolle.

Tienes esa doble jornada que además no es remunerada, al contrario, es remunerada con maltrato, remunerada con agresiones físicas, con agresiones verbales, porque nosotras como mujeres no le estamos dando el verdadero significado, no le estamos dando un valor a ese trabajo que hacemos todos los días. Yo quisiera que un día las mujeres nos pusiéramos en huelga en México, la verdad que se frenaría el movimiento de nuestro país. Veríamos a los hombres sucios y arrugados de su ropa al salir al trabajo, a los niños sin desayunar para ir a la escuela,  la verdad sería un reto muy interesante.”