La Discapacidad Auditiva y la Familia
 

Se requiere un trabajo profesional y en equipo
 

Por: Lic. Olga Almanza Garrido, Terapeuta familiar

 

Esta Asociación no fue fundada porque en mi familia haya habido una persona sorda como otras asociaciones, no; es una Institución que ha luchado mucho, en algunas ocasiones hemos pensado en cerrar, pero me pregunto: ¿qué va a pasar con esos niños?

Cuando llegan a la escuela se les abre los ojos, se encuentran con niños con los que se identifican, con los que pueden aprender juntos; y a veces los padres de familia hacen diferencias entre sus hijos normales y los que tienen esta discapacidad y llegan los niños a la escuela con falta de confianza, de que “no se va a poder”, lo cual representa un problema de fondo, de muy atrás.

Lo que comentabas del trabajo profesional en equipo y el papel de la familia, cuán importante es, cuanto más con el apoyo de ustedes como Institución, por la cual te quiero felicitar porque ya son tres generaciones en este Instituto. Coméntanos.

Mi abuelo falleció hace como 10 años y siguió como directora mi mamá. Yo estaba en la ciudad de Monterrey y mi mamá me comentó de la posibilidad de cerrar la escuela, pues ya se le hacía pesada la carga y fue como decidí regresarme.

Yo no mantengo esta escuela, lo que la mantiene son los diarios milagros de los niños, ver a los padres apoyando a sus hijos, ver a los maestros  a quienes con mucho respeto y quienes no necesariamente tienen una carrera de educadora, o psicólogas, sino las veo que tienen un interés y corazón, ellos realmente sí valen como maestros, quizás no tengan un perfil profesional pero valen porque trascienden al alma de los niños.

Exacto Cristy, te entiendo y qué bueno que lo comentas porque así debe de ser: trabajar con sensibilidad, especialmente cuando se trata de enseñar.

Hace tiempo en las noticias se comentaba que este es un problema subapreciado, subvaluado por la gente, pues no nos damos cuenta de lo discapacitante que es el “no oír”. Lo comentaba anteriormente el director del Instituto Mexicano de Otonología.

Esto  ocurre. Las personas que tenemos una discapacidad y que no se nos nota, sufrimos esta subvaloración de la incapacidad. Es decir, puedes ver a una persona que aparentemente se ve  normal y no sabes que tiene un problema muy fuerte en su persona. Aquí tiene mucho que ver la actitud de la familia.

“Si puedes creer…”

Me llamó mucho la atención que nos compartiste hace poco el video de un evento en el que participaron los niños del Instituto Lagunero de Audición y Lenguaje, donde celebraban ustedes el 61 aniversario, y en este evento involucraron a los padres de familia y a los niños.

De verdad me fue impactante ver, -y lo quiero decir como un mensaje de esperanza- ver a niños con discapacidad auditiva, cómo se estaban moviendo, bailando al ritmo de la música, es decir, con música que ellos realmente no oyen, y ver la manera en que todos parejitos bailaban al ritmo de la música, y una cosa me brilló: “no hay imposibles”.

Hay un principio del Señor Jesucristo que dice: “Si puedes creer, al que cree todo le es posible” (Mr. 9:23). Es decir, tenemos que tener esa confianza, esa esperanza y fue algo que me impactó mucho, yo quisiera preguntarte: ¿cómo le hicieron?

“Dentro de la Institución nosotros no vemos qué no pueden hacer, sino más bien qué es lo que ellos pueden hacer.”

Tenemos un salón de madera donde ellos sienten las vibraciones de la música, lo cual es importante. La música les ayuda a la concentración; en fin, son herramientas que se usan para el desarrollo del niño de tal manera que las vibraciones que captan les ayudan a seguir un ritmo y les vas poniendo pasos, etc.

Tenemos un alumno que ha formado parte de grupos de baile y que les pone los pasos, es coreógrafo y nos sentimos muy orgullosos de él porque nosotros les avalamos a los niños la educación básica: primaria y secundaria, y ahora tenemos dos años con Preparatoria y Universidad.

Tenemos convenio de vinculación con la Universidad Tecnológica de la Laguna de  Durango, y César y otros cuatro de sus compañeros que ya salieron del Instituto hace dos años, ya tienen año y medio de carrera, van a terminarla… y con esto aprendemos que “sí se puede”.

Así es como en el Instituto no tomamos actitudes de: “ay, es que es sordo, pobrecito, no se puede”. No, es que ellos pueden salir adelante a pesar de las dificultades, y nos sentimos muy orgullosos de ellos, pues a final de cuentas lo única discapacidad que imposibilita realmente, es la del corazón.

A ellos también los vimos cantar, con su lengua de señas y es muy emocionante porque cuando cantan una canción ellos no escuchan, nada más siguen la seña, estás viendo las expresiones, los movimientos del cuerpo y esto te emociona, se te enchina la piel, y esto es lo que hacemos.

Muchas veces me quiero acercar a programas de televisión en la Laguna y los invito a que vayan a ver a nuestros niños y me da mucha tristeza que no van, prefieren seguir las notas amarillistas… hablé, dejé recados, por correos electrónicos y les comentaba de lo que se iba a presentar en el evento y nadie fue, y cómo no ven que los buenos somos más y cómo se está trabajando por estos niños.

La cercanía de los padres de niños con discapacidad auditiva...
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