Por: Lic. Olga Almanza Garrido, Terapeuta familiar

Ustedes están comentando el punto clave: la familia y mi siguiente pregunta sería: ¿Cuál es el papel que juega la familia, los padres de familia específicamente, en la culminación de los estudios universitarios de sus hijos? Maestro Canibe.  

Hay una situación muy importante en cuanto al contexto del seno familiar y a mí me gustaría... -aunque es a veces complicado darle lectura a diferentes personajes de la literatura- sin embargo yo le he apostado mucho a Fernando Savater en su libro “Ética para Amador”, en el cual en unos de sus párrafos de escritura lanza un reto, y ese reto se me hace muy importante ponerlo en la mesa.

Tomando como referencia lo siguiente, lo voy a citar textualmente: ¿Por qué? Porque hace falta reflexionar en esto. Dice Savater: “¿Qué sentido tiene enseñar valores a los niños y jóvenes si esos están sumergidos en una sociedad de mentiras, crímenes, corrupción, violencia, guerras. De igual forma, la humanidad no es algo que brote en nosotros con espontaneidad, porque alguien la riegue o la cultive”.

Reflexionar en las palabras de Fernando Savater, nos da un reto, para no flaquear, porque realmente, el fondo de las palabras es para qué sirve implementar valores o generarlos en los alumnos? No es ese el reto de Fernando Savater en su escritura, es algo más profundo, es decir y tú, ¿qué estás haciendo ante ese reto? La humanidad no es algo que se cultive, que se riegue, entonces ¿cómo lo podemos cultivar y regar?.

Con la palabra, con los hechos, con los ejemplos. ¿De quiénes? De las personas que se supone ya fuimos formadas, ¿en qué? en valores y obviamente sabemos que en la generación actual, sí hay carencia, sí tenemos obviamente crisis, pero a nosotros los que fuimos formados, Savater nos invita a reflexionar: ¿qué estamos haciendo?

Voy a citar un libro que se llama Competencias Docentes, el cual tenemos en la Facultad de Contaduría y Administración, y que plasma lo siguiente:

“Como proceso regidor, para adquirir la educación en valores, debemos educar la voluntad, tener flexibilidad y disponernos ampliamente para el cambio”.

La voluntad proviene desde el seno familiar, ¿Qué es la voluntad? La voluntad es la facultad que tenemos para poder decidir lo que está bien y lo que está mal.

Voy a platicar una anécdota, que hace aproximadamente como 6 años me ocurrió. Iba paseando por un centro comercial en compañía de mi familia y me doy cuenta de que el guardia del centro comercial traía 2 niños tomados de la mano, uno de 12 años y uno de 9, me llamó la atención, fui hacia él y le pregunté: disculpe ¿Por qué lloran estos niños? Y me dice: han cometido un delito, ¿cómo? ¿un delito? –le pregunté- ¿Por qué un delito? Me contesta: acaban de grafitear el baño de los hombres, -yo le dije: Pero eso no es un delito- Y los niños estaban llorando y uno de ellos me decía: “yo no lo quería hacer”.

Esa, es la voluntad que debemos de formar en casa: decirle al niño, a nuestros hijos, qué hacer y qué no hacer. El niño argumentaba que el otro lo obligó.

Entonces ese es el detalle de la voluntad; el niño sabía que estaba mal, sin embargo lo tuvo que hacer. Esa es la voluntad.

Otra situación que vemos nosotros y que yo cuestiono mucho en los alumnos universitarios, en los pasillos o en las escaleras de la Facultad,  yo pregunto a los alumnos ¿Por qué fumas? “…Pues porque me lo dieron y quise probarlo” -me contestan- y yo les digo: ¿Y no tienes voluntad para decir que no? ¿No sabes que te provoca un daño? ¿No sabes que tiene un costo y que vas a tener que gastar por eso?

Esa es la voluntad y ese es el valor primordial que debe de estar desde el seno familiar, tomando como referencia, que muchas de las veces ahí mismo se corrompe la voluntad, en el hogar.

Sin embargo, esa es la tarea de nosotros como adultos, que busquemos la manera de hacer presencia en las aulas, en nuestros hogares, en nuestro contexto social, es muy importante.