LA DROGADICCIÓN ¿Es posible ser libre y tener una Nueva Vida?
 

La familia, un ingrediente básico
 

Entrevista al Licenciado Daniel Garibaldi López
y al Profesor Rodrigo Rodríguez Medina
de la Asociación “Drogadictos Anónimos, AC”
Grupo Nueva Vida de Torreón, Coah.

Por: Lic. Olga Almanza G. - Terapeuta Familiar


En relación al apoyo de la familia con el usuario, ¿nos podrían comentar qué papel juega la familia en  la rehabilitación de un adicto?

RODRIGO -Drogadictos Anónimos nace precisamente a raíz de que la familia se acerca. En 1982 se celebraba el Segundo Congreso  Internacional de AA en la Cd. de Acapulco. Se acercan un grupo de señores, madres de jóvenes con problemas de drogadicción muy fuertes.

Se acercan con el fundador, el señor David Cervantes, quien fue el que inició esta aventura. Estas mujeres le demandan que si hay un grupo para alcohólicos, ¿por qué no hay uno para drogadictos?

La familia debe complementar el trabajo que realizamos nosotros. Hoy en día nuestra asociación cuenta con 16 grupos para familiares. La familia tiene también un compromiso, porque aunque no son culpables de la drogadicción, sí son responsables de la drogadicción.

La falta de atención en esta edad es la edad más vulnerable para que el joven caiga a las drogas y allí es donde muchas veces la familia lo sobreprotege, de manera que cuando nosotros vamos preparando al joven, poco a poco se va integrando también, como dice nuestra Misión:

“Rehabilitar los aspectos físicos, mentales y espirituales del joven y reintegrarlo a una sociedad”.

Si el joven no está preparado, puede volver a consumir. Puede volver a una familia disfuncional y si él no va bien protegido vuelve a caer ¿Por qué? Porque la mayoría de los jóvenes vienen de familias disfuncionales y tenemos que prepararlo para aceptar esos entornos sociales y así poder cambiar su vida y no la de los demás.  

En este punto, la familia entra reforzando los principios y trabajo que nosotros vamos realizando, y cuando no los hay, vienen las reincidencias. Por esto es importante el papel de la familia, desde el momento en donde lo va acompañando para que también ellos empiecen un proceso de rehabilitación, es decir, así como el joven inicia un proceso de rehabilitación, también la familia debe iniciar un proceso de rehabilitación.

En aspectos emocionales también necesitan atención y la familia debe acompañarlos, pues son problemas de más fondo o raíz, de enfermedad, como la ha dictaminado la Organización Mundial de la Salud, como una enfermedad progresiva y mortal.

Nos han tocado casos en que la familia nos lleva al joven y se deslindan de toda responsabilidad hacia él, por eso hacemos hincapié en que la familia colabore con nosotros y que conozca de este problema, que sepa  que es una enfermedad y que como cualquier otra necesita de un tratamiento.

OLGA -En nuestro programa también hacemos énfasis en que los padres de familia siempre estén cerca de los hijos.  Me llamó la atención en los medios de comunicación, una entrevista reciente hecha a Gustavo Cordero, de Argentina, quien comentaba acerca del involucramiento de los hijos y evitar el consumo temprano de drogas y decía:

“Si yo me llego a enterar que mi hijo está consumiendo drogas o adquiriéndolas, no me voy a preocupar por el tipo que le está vendiendo la droga, más bien me voy a preocupar sobre qué le está sucediendo a mi hijo, ¿qué le ha llevado a tener esa búsqueda y qué apoyo le puedo brindar?”.

Me gustaría que nos dijeran ¿cuál es el promedio de edad de los usuarios que ustedes atienden?

DANIEL -Es de los 18 años en adelante. Los jóvenes de esta edad son muy vulnerables y por buscar una salida fácil al problema, son muy débiles; además, con todo lo que pasa en el hogar, los lleva a volverse hacia la droga. La atención que ofrecemos en el grupo Nueva Vida es a jóvenes desde 18 años hasta adultos de 59 años.

Mensaje final de Rodrigo y Daniel
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