LA DROGADICCIÓN ¿Es posible ser libre y tener una Nueva Vida?
 

Testimonio de Daniel Garibaldi
 

Entrevista al Licenciado Daniel Garibaldi López
y al Profesor Rodrigo Rodríguez Medina
de la Asociación “Drogadictos Anónimos, AC”
Grupo Nueva Vida de Torreón, Coah.

Por: Lic. Olga Almanza G. - Terapeuta Familiar


DANIEL -Muchas gracias. Yo soy Daniel Garibaldi. Soy representante de “Drogadictos Anónimos AC” en Torreón. El grupo se llama “Nueva Vida”. Me toca ser el responsable de este centro de rehabilitación, y nosotros, lo que queremos hacer del conocimiento de toda la gente, es que no buscamos una posición amarillista de lo que es la enfermedad de la drogadicción.

Al compartir nuestro testimonio, nuestras experiencias,  buscamos dar este mensaje:

“Que las personas que tengan problemas con las drogas o que tengan algún familiar
con este problema, sepan que hay una alternativa y que se pueden rehabilitar.”

En mi caso, la drogadicción la comencé a la edad de 13 años. Provengo de una familia que, considero, no fue disfuncional, compuesta por 5 personas y que se nos dio todo: amor, estudios. No hubo carencias extremas, como es la idea común en la gente, de que una persona con carencias económicas o con ciertas situaciones vulnerables es más propensa a drogarse.

En mi caso no fue así. Yo empecé a drogarme porque tuve un poco más de libertad. En ese momento mis padres tuvieron una separación, una ruptura y yo quizás no tenía la autoridad que me dijera: “llega a esta hora” o cómo tener ciertos permisos.

Ahora, para mí era más fácil andar por las calles, tener amistades que empezaron a ofrecerme droga, me decían “no pasa nada”. Yo veía esto con la gente de las esquinas, que lo hacían en forma desinhibida, como si no les importara nada.

Inclusive, a muchos de ellos, sus papás los veían drogándose y no les importaba. Era algo muy común en el sector donde yo vivía, y así es como empiezo a hacer uso de la droga. Mi primer contacto fue con los inhalantes, era algo que en ese tiempo estaba muy al alcance.

No había  problema de ir a una ferretería para comprarlo. La gente no pensaba que fuera a utilizarse para droga en los muchachos. Así  empecé con los inhalantes y después mi adicción fue creciendo con otro tipo de drogas, con pastillas, fumar marihuana, pero todo esto sin dejar de tener la responsabilidad de asistir a la escuela, de hacer algunas labores en la casa.

Lo hacía en forma semanal o si había una fiesta, un evento, así que ocasionalmente me drogaba, pero ya después, empezó a haber problemas, empecé a tener una conducta de rebeldía en la casa, ya no quería estudiar y si iba a la escuela era por no estar en la casa y no trabajar.

Mi comportamiento era muy rebelde, ya no me gustaba estudiar, tenía problemas en la escuela, en la casa, en la cuadra donde vivía. Lo que hizo que todo esto detonara, fue por el deseo de drogarme, estar bajo el influjo de la droga, con alucinaciones auditivas, como nosotros le llamamos: “estar en este viaje”, en esa fuga de realidad que no te permite tener conciencia de que lo que haces está mal.

Veía mal todo de la gente que me quería ayudar, si mi mamá trataba de darme un consejo, yo lo tomaba como una agresión; si los profesores de la escuela trataban de platicar conmigo, yo le veía como una agresión.

Tenía miedo de que me dijeran que necesitaba ayuda de un psicólogo, lo rechazaba, por eso mi actitud era de estar muy a la defensiva, ingobernable totalmente y consumiendo más y más droga.

No puedo decir la cifra de lo que consumía, pero sí que la consecuencia de esto me hizo tanto daño que tuve que ser internado en un hospital psiquiátrico en Gómez Palacio, Durango.

Desgraciadamente fui atendido por gente que no tenía mucho conocimiento, pues fui atendido con droga. Los inhalantes me ocasionaron muchos problemas de delirios auditivos, delirios visuales, así que me mantenían con medicamento que hacía el mismo efecto: mantenerme drogado.

Quizás ya no agresivo, no hiperactivo, no desordenado, así que el efecto que me causaban estos medicamentos era estar ausente totalmente de la realidad. No me daba cuenta del día que era, si era de noche o de tarde, perdiendo la noción del tiempo totalmente.

Una vez que salí de este tratamiento empecé con lo mismo. Es decir, a mí no me sirvió de nada porque seguí con lo mismo, pero con otro tipo de droga y así seguí hasta los 17 años. Hasta este tiempo es que pude llegar a Drogadictos Anónimos.

Aún estaba joven y fueron 4 años de estar en este problema de drogadicción. Tuve muchos problemas en la casa, problemas emocionales, problemas personales que me hacían sentir relegado de todo lo que me rodeaba, de la escuela, el trabajo, mi familia...

Dejaron de creer en mí y me dijeron que como yo no quería cambiar, me iban a dejar así, para que yo siguiera en la drogadicción y ver qué resultado tenía.

Desde luego, el resultado no era el que yo esperaba, porque yo pensaba: “me voy de la casa y me voy con mis amigos...” o sea, con las personas con las que me drogaba y pensaba: “me voy con ellos, a quienes yo les he hecho un paro, ahora, seguramente, me van a tender la mano”, y lamentablemente me di cuenta de que no era así.

En este mundo de drogadicción no hay amigos, simplemente hay “compañeros de actividad”, un amigo de verdad, no te da ayuda para drogarte.

A consecuencia de esto, terminé viviendo en la calle y gracias a Dios mi familia llegó, me ayudó y me trajo a Drogadictos Anónimos. En esa época, mi familia supo de este centro porque los jóvenes del grupo comercializaban cuadros, es decir, los muchachos de este centro pintaban cuadros de temas religiosos y los vendían en algunos templos.

Mi mamá les preguntó qué hacían, cómo atendían a los jóvenes con problemas de drogadicción, y así, platicando, mi mamá vio como un rayito de esperanza para mí, y fue así que llegué a Drogadictos Anónimos.

Cuando  ingresé al grupo, me preguntaba a mí mismo:

“¿Cómo llegué hasta el punto de convertirme en drogadicto
desde los 13 hasta 17 años? ¿Cómo llegué tan bajo?”

Esta percepción se me quitó cuando llegué al Centro de Drogadictos, me di cuenta que no era como la gente me había platicado: de que ahí los trataban mal, los golpeaban, los amarraban, te cobran mucho dinero...

Conmigo no fue así, conocí una institución en donde, al llegar, todos me recibieron diciéndome: “Soy tu amigo, si tú quieres”. Esto me pareció muy bien, pues era algo que yo no había escuchado en mucho tiempo. Me decían: “Si tú quieres, te vamos a ayudar en tu problema para que dejes de drogarte y si no quieres, va a seguir siendo tu problema. Pero si quieres dejar la droga va a ser nuestro problema”.

Entonces, esta invitación voluntaria, no obligada, me llevó a darme esta oportunidad de  tener una esperanza.

Yo pensaba que mi vida ya había acabado. Vi entonces el esfuerzo que hacían todos conmigo para rehabilitarme y ahora veo que esto ha dado frutos, porque al día de hoy son más de 15 años en los cuales he estado libre de las drogas.

Me he dado la oportunidad de realizarme a nivel personal y familiar, de tener una nueva vida, porque así lo he visto, así que para nosotros es muy importante transmitir nuestro testimonio, porque así es como nos hemos podido mantener vivos; es decir, dar de lo que hemos recibido, de una forma gratuita a la persona que lo necesita, porque por salvar vidas no podemos cobrar.

Yo llegué como un  paciente, con una necesidad y hoy que me toca estar como Responsable del Centro de Rehabilitación que en un momento de mi vida me dio la ayuda. Ahora es tiempo de dar fruto y nos toca a nosotros ofrecer esta ayuda al joven que lo necesite.

OLGA -Gracias Daniel, muy interesante. ¡Felicidades! Gracias a Dios y al grupo que te ayudó y vemos que no saliste solo del problema. Qué duro saber cómo anduviste en la calle a tus 17 años, estar en un hospital... Gracias a Dios y gracias por compartirnos a todos tu testimonio.

Debemos  reconocer  esto como un trabajo de todos y que si se podían hacer las cosas era si querías, es decir, la voluntad y no la obligación de cambiar fue algo muy importante y que nos lleva a tomar decisiones que impactan toda tu vida.

Respecto a la Asociación, Rodrigo, ¿nos pudiera contar cómo es que trabajan para lograr la rehabilitación de personas que llegan, como en el caso de Daniel?

El camino a la libertad
Condiciones Legales de Uso | Derechos reservados 2012 ©