Testimonio de un Matrimonio fundado en el Amor
 

Un comienzo difícil
 

Entrevista a Matrimonio
Por: Lic. Olga Almanza G.

Estamos contentos de recibir en nuestro programa al matrimonio conformado por el Sr. Guillermo Alonso y su esposa Mary Carrillo de Alonso. Bienvenidos y gracias por asistir hoy a nuestro programa.

El propósito de haber invitado hoy a un matrimonio se debe a que hemos estado hablando acerca de la importancia de los papás en la vida de los hijos, el impacto de la pareja cuando está unida, trabajando juntos, sembrando valores en casa… Hemos tocado también temas sobre la depresión en los jóvenes y cómo han sido afectados.

Hoy veremos el impacto insustituible de los padres en la vida de los hijos y para esto queremos presentar el testimonio de este matrimonio, para comprender mejor cómo los valores influencian en la familia para lograr esos cambios, en primer lugar para hacer el bien a los integrantes de la familia y luego, a la sociedad.

Guillermo, bienvenido. ¿Nos podrías contar el contexto en el cual  tu vida se ha desarrollado y las decisiones que has tomado, cómo  han impactado a tu familia? Coméntanos por favor ya que muchos padres opinan que se cometen equivocaciones, pero quiero recordarles que nadie llega a este mundo siendo perfecto, al contrario, creo que todos tenemos un propósito de perfeccionarnos y dar siempre lo mejor a los demás, tomando decisiones buenas. ¿Qué nos puedes decir al respecto según tu experiencia personal y como padre de familia?

“Primeramente, gracias por invitarnos a este programa, y en relación al contexto de mi vida, puedo decirles que inició muy bien. Fui un niño muy feliz, muy contento con mis papás. Mi niñez fue bastante agradable, divertida, casi sin problemas, con aspectos normales de hacer tareas, etc. Empecé a crecer y empecé a tener contacto con situaciones que no entendía, hacía preguntas, mis padres me daban algunos consejos, sin embargo esos consejos no los seguí adecuadamente. Seguí avanzando en secundaria, y hasta preparatoria todo iba bien.

La máxima familiar era la excelencia académica. En la preparatoria obtuve un primer lugar, el mérito académico, lo cual fue muy importante para mí. Entré a la Universidad y decidí también trabajar y empecé a tener contacto con situaciones que ya me habían advertido mis padres y no seguí su consejo, como el de juntarme con amigos que tenían malas costumbres: que bebían alcohol. Yo nunca lo había hecho pero empecé a tomar, lo cual se reflejó en mi rendimiento académico, mi rendimiento laboral y después en mi rendimiento como padre de familia y esto fue avanzando. No me daba cuenta, yo estaba seguro de que en cualquier momento lo podría parar.

Me casé, inicié mi familia, vinieron los hijos y así como ellos crecían, mi problema creció. Esto  fue muy difícil, pues yo decía: “cuando mi hijo entre al kínder, dejo de beber”. Pero entraron mis hijos al kínder, a la primaria y yo no dejaba de beber, de tal manera que esto se hizo crónico. Fue cuando entonces empecé a reflexionar y pensé en hacer cambios, sin embargo, no podía. Lo intentaba, pensaba en dejar de beber, en dejar de frecuentar a mis amigos pero no lo lograba, me era muy difícil.

Como consecuencia, empecé a perder trabajos -me corrían o los dejaba- ¿por qué? Porque empezaba a aparecer en mi mente algo como la depresión, no tenía ánimos de trabajar, de entender qué tenía una responsabilidad con mi familia, y había qué hacer cambios.”

¿Y en medio de todo esto, qué es lo que tú viste, que te llevó a querer realmente cambiar? Porque nos estás platicando de una situación difícil: vivir con depresión, con adicciones, perdiendo trabajos, afectando la economía de la familia, etc. ¿Qué empezaste a ver en tu familia que te llevó a tomar decisiones y hacer un cambio en tu vida?

“Empecé a ver cómo me fui quedando solo, apartado de mi esposa, de mis hijos,  aun estando en casa. La comunicación se rompió, no había algún vínculo, siempre había discusiones, jaloneos para ver quien tenía la razón y yo siempre quería tener la razón, aunque no la tuviera crecí adoptando una cultura en la cual el hombre siempre tiene la razón, la cual he modificado ahora.

Empecé a notar que mis hijos tenían problemas, se volvieron retraídos, algunos comenzaron a ser agresivos y empecé a tocar puertas, a pedir consejos, a pedir ayuda. Por cierto, quizás sea éste un aspecto cultural en Latinoamérica: nos es difícil aceptar que tenemos un problema y pedir ayuda. Generalmente resolvemos las cosas solos o buscamos la ayuda de un amigo que quizás no me va a dar un buen consejo y con esto el problema se agrava. Quiero decir que la consejería es importante y si algo puede sacar adecuadamente un problema familiar o un problema de adicciones o un problema de depresión o trastorno mental, es pedir ayuda y acercarse a consejeros profesionales, para llevar el seguimiento adecuado para cada situación.”

Es cierto que es de gran valor conocer la opinión de otras personas, sobre todo de expertos en el problema. Quienes nos dedicamos a la consejería lo confirmamos; recuerdo las palabras de Sixto Porras, Director de Enfoque a la Familia para Iberoamérica, quien dice: “La consejería brinda una mayor eficacia en el proyecto de familia que nos hemos trazado”.  ¡Qué bueno Guillermo es el pedir consejo y qué bueno es el tomar correctas decisiones! Los consejeros y terapeutas asesoramos en consejería pero son ustedes, los padres, quienes toman las decisiones, y qué importante es tomar decisiones a tiempo evitando así que el matrimonio se derrumbe, antes de que se vengan abajo los hijos, la vida familiar y la salud mental.

Quisiera preguntarte Mary, aprovechando la oportunidad de que estés aquí también y que has estado al lado de tu esposo, ¿qué impacto han tenido en su familia estas decisiones que Guillermo y tú han tomado en base a compromisos de amor?

“Pues ha sido un descanso, algo confortable para mí. El hecho de que los dos podemos hacer planes, los platicamos, llegamos a acuerdos juntos… sobre todo yo descanso en que él toma las decisiones y que las toma de manera correcta, que aun cuando lo necesita, él pide consejo, lo recibe, y lo pone por obra, lo practicamos, lo llevamos a cabo y así vemos los resultados en nuestra vida. Aun todo esto fortalece la comunicación entre él y yo, y si algo no salió bien, nuestro pensamiento es el de volverlo a intentar y buscar otra vez el consejo, conscientes de que no es por arte de magia que vas y se soluciona el problema, no, sino que se trata de aplicarlo y llegar a  soluciones.”

Has comentado algo muy importante Mary como es el llegar a acuerdos en el matrimonio. Es muy difícil condescender con una persona cuando no te entiende, y eso, me  imagino que fue algo muy difícil, sobre todo si Guillermo no estaba en condiciones mentales saludables para llegar a un acuerdo. Acabas de mencionar  también algo muy importante que es la comunicación en la pareja, que seas tomada en cuenta y ambos estar conscientes de que son dos en la familia. Tan solo el hecho de que a esta entrevista viene Guillermo acompañado de su esposa, de ti Mary eso ya nos dice mucho y aún es muy importante para sus hijos, el verlos juntos, acompañándose siempre. Mary, y entonces, ¿cómo te has sentido tú, como mujer?

Me considero una mujer realizada, valorada, respetada por mi marido y esto se transmite a los hijos, porque ellos también ven así su autoridad como señor de la casa.

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