Por: Lic. Eduardo Alvarado

Los seres humanos somos seres sociales. Venimos al mundo programados para responder y relacionarnos con los demás. Incluso los niños más pequeños giran la cabeza como respuesta al sonido de una voz humana. Ya en los primeros años de vida, los niños comienzan a interactuar con otros niños fuera del ámbito familiar. La amistad entre los pequeños es diferente a la amistad que establecen con los padres y con otros familiares. Las relaciones familiares proporcionan un sentido de intimidad más profundo y cercano, pero no sustituyen a las otras relaciones. Desde la infancia hasta la adultez, pasando por la adolescencia, la amistad es uno de los aspectos más importantes de la vida. (Do Kids need friends?, NYU Child Study Center, 2013)

El padre conociendo este hecho, procurará en principio establecer el fundamento en el hogar para que el menor tenga referencia de la forma en la que debe interactuar con las demás personas en su vida. Y esto, aun desde la pequeña infancia y a través de todas las etapas de su desarrollo. Aquí está el fundamento.

Antes de entrar en materia, permítame mencionarle esta información que tiene que ver con la soledad. Y lo hacemos así, porque podríamos decir que la soledad es la antítesis de la amistad.
El Facebook o el Twitter favorecen las relaciones superficiales y por ende los sentimientos de aislamiento y soledad.

Un equipo de psicólogos de la Universidad de Arizona (UA) ha estudiado recientemente el fenómeno de la soledad y los efectos de ésta en la salud individual, con interesantes resultados. En un comunicado emitido por la UA, los científicos señalan, por un lado, que la soledad es dañina para la salud porque potencia los hábitos nocivos de salud y el estrés. Por otro, los científicos afirman que las redes sociales en Internet (como Facebook o Twitter) no sirven para paliar la soledad, sino que, de hecho, pueden aumentar los sentimientos de aislamiento o separación, al propiciar las relaciones superficiales, según se publica en la revista Health Communication.

Para su análisis, los investigadores realizaron una encuesta a un total de 265 adultos de entre 19 y 85 años sobre el apoyo social con que contaban, su soledad, su nivel de estrés, sus hábitos de salud y su salud general.

Según publican los investigadores, los resultados obtenidos de este cuestionario demostraron que la soledad estaba mucho más relacionada con el número de relaciones estrechas con otras personas que con el número de contactos mantenidos en las redes sociales.

Frecuentar estas redes puede no resultar negativo para la salud, explican los científicos, siempre que el usuario mantenga relaciones más cercanas con otras personas sin que medie entre ellos la distancia.
Según explica Segrin en el comunicado de la UA, se podría definir la soledad como la diferencia entre el nivel de contacto social que deseamos y el que realmente alcanzamos.

Es curioso, pero en la medida que se supone que estamos más y mejor comunicados, que existen recursos para comunicarnos a distancia con las personas; que la tecnología actual ha superado muchas barreras en cuanto a distancias para establecer contacto con personas que viven lejos y con quienes se desea establecer vínculos, exista un problema de salud que se ha estado incrementando a pasos agigantados, y que inclusive lleva a la gente a la depresión y en casos extremos al suicidio. Nos referimos a la soledad.

Y es importante hablar de ello, porque aun en las familias, existe una problemática que también va en incremento constante. La falta de comunicación que aísla a las personas dentro de una misma casa y que trae insatisfacción y otros problemas de salud graves. Que acarrea distanciamiento entre los miembros de la familia y después se extiende hacia otros sectores con los que se pudiera tener comunicación, como las amistades.

Por la importancia que tiene en este momento la amistad, porque mejor es dos que uno, y en el mundo en el que estamos viviendo, se van a necesitar amistades significativas, queremos hablar de esto, y de cómo los padres podemos ser agentes importantes para que no exista en nuestra familia un miembro que pueda sentirse solo en casa y que partiendo de aquí,  aprendan cada uno de nuestros hijos a formar un círculo de amistades significativas para que puedan sentirse plenos.

Antes de continuar permítame citarle estos comentarios de personas que tratan con aspectos de la soledad en los seres humanos:

“El principal factor que asegura una buena calidad de vida es tener relaciones sociales”, dice Christina Victor, profesora de la Universidad Brunel.

La profesora Christina Victor, de la Universidad Brunel, quien ha realizado una gran cantidad de investigaciones ligadas a la soledad al final de la vida, dice que los datos sobre la soledad y los problemas de salud son muy sorprendentes.

“No hay evidencia alguna de que el problema de la soledad es más grave ahora que en años anteriores, a pesar de los cambios que ha experimentado la familia y el hecho de que ahora mucha más gente vive sola”, dice Victor, pero añade que reducir el problema de la soledad definitivamente tendrá un efecto beneficioso para la salud.

“El principal factor que asegura una buena calidad de vida es tener relaciones sociales”.
Sin embargo, la soledad no solo afecta a personas mayores de 65 años. También incide en jóvenes entre los 18 y los 24 años.

Mientras la soledad en los adultos mayores puede generarse por problemas de salud o la pérdida de la pareja, en el caso de los jóvenes se puede producir a consecuencia de la pérdida del empleo, irse de la casa o tener un bebé.

Los jóvenes entre 18 y 24 años también están proclives a sufrir de soledad.

El ministro de Servicios de Salud del Reino Unido, Paul Burstow, dice que la sociedad necesita enfrentar este problema.

“La soledad puede dejar un impacto muy significativo en la salud de las personas y a diferencia de riegos como el alcoholismo y la obesidad, la soledad no está siendo tratada”.

Las buenas noticias son que si existen padres comprometidos, sabiendo lo que esto significa para la vida de sus hijos, tomen las resoluciones necesarias para establecer la norma en la casa de lo que significa una buena amistad, y de aquí entiendan la forma en la que deben interactuar con el mundo que se enfrentan o enfrentarán con fundamentos.