Por: Lic. Eduardo Alvarado

En la aplicación espiritual de este mensaje, recordemos las Palabras de la Escritura:

Romanos 8.28…Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados…

Romanos8: 33-37… ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aún, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero. Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.

A aquellos que amamos a Dios, Él les promete que ninguna cosa de aquellas que parecen adversas es para mal, sino para bien porque él siempre tiene un propósito con aquellos a quienes ha llamado. Y la promesa de Dios es para vida eterna, porque el texto concluye diciendo que ninguna cosa adversa que enfrentemos, podrá hacer que su amor por aquellos a quienes escogió mengüe o termine. En él está la fortaleza de los siglos.

Determinemos caminar, creyendo que la mejor posibilidad que tenemos es elegir en medio de la adversidad, ser optimista, sabiendo que es la mejor forma de pasar en medio de los problemas agravados de esta vida.

Dios les bendiga.