El Gran Valor de Nuestro Cuerpo
 

Habitamos en cuerpos frágiles
 

Por: Lic. Adolfo Rosales

En ocasiones cuando las cosas son frágiles, por ejemplo, un vaso de cristal o un adorno que es muy delicado, y vemos a un niño corriendo cerca de ellos, le decimos: “ten cuidado, no lo vayas a romper”.

Y en ocasiones, nosotros no le decimos a los que están a nuestro alrededor: “ten cuidado, puedes dañar tu cuerpo y/o puedes dañar el mío”. A la gente que está a nuestro alrededor pocas veces le decimos: “ten cuidado, porque eso te va a conducir a que se rompa tu frágil cuerpo”.

Debemos darnos cuenta de que nuestro cuerpo es frágil. Ciertamente, es una máquina maravillosa e impresionante; pero a diferencia de muchos otros artefactos que el hombre mismo ha innovado y creado, el cuerpo humano es muy frágil.

Suele pasar que un día ves a un conocido y estás ahí platicando con él, y días después te enteras de que está gravemente enfermo, en una cama de hospital. El cuerpo humano es muy delicado y es por eso que debemos cuidarlo de la mejor manera, tenemos que respetarlo y apreciarlo con celo.
 
No podemos pedirle a alguien más que cuide, aprecie y respete nuestro cuerpo, si nosotros, los primeros y más interesados en nuestro propio cuerpo, no lo hacemos. Reflexionemos pues y pregúntese a sí mismo, ¿Cuánto tiempo quiere estar aquí en la Tierra con sus seres queridos?

George Brassens, cantautor francés nos dice:

“Si el cuerpo no siente el corazón latir,  el cuerpo tampoco se mueve”.

Es una reflexión que nos hace entender que para que el cuerpo pueda estar funcionando correctamente, todos sus órganos tienen que estar funcionando a la perfección, y es en esta parte, en la cual hablaremos acerca de lo maravilloso que es el cuerpo.

El maravilloso cuerpo humano
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