Por: Lic. Adolfo Rosales

Quiero comentar, también,  como un  último punto, el punto del medio ambiente. Cuando hablo del medio ambiente como problemática en el matrimonio, es todo lo que está alrededor: los falsos amigos, los falsos conceptos, la cuestión de la presión social, de la cuestión de “lo que los demás dicen que tengo que hacer en mi matrimonio”. Esta cuestión luego pretende aplicarse al matrimonio, como un traje a la medida. Lo que le ayudó a otra persona, puede darle alguna idea, puede darle un consejo, puede darle una opinión, pero usted necesita ir construyendo con valores sólidos y, lo más importante, junto con su pareja, lo que usted quiere para su matrimonio y para su familia.

Cuando dejo que estos agentes externos, el estrés, la presión, la cuestión de los medios de comunicación, la cuestión de lo que los demás dicen, sus opiniones, sus sugerencias, se entrometan en nuestra relación, es cuando nada sirve y todo se echa a la basura.

Quiero poner un ejemplo, que hace algún tiempo, una persona me comentó:

“Cuando recién me casé, mis padres siempre estaban ahí en casa y me estaban diciendo cómo hacer las cosas. De tanto que me decían cómo hacer las cosas, las terminaba haciendo, y siempre terminaba en conflictos con mi esposa y lo que originó tarde que temprano, es que ella sintiera un  resentimiento contra mí, pero también contra mis padres.”

Por eso, es importante entender que cuando dos personas se van a casar, que cuando dos personas van a formar una relación matrimonial, pues ya dejan al padre y a la madre y ahora no son dos, sino se convierten en uno solo, y como una sola carne, como un solo elemento, como a un nuevo sistema, ahora tienen que enfrentar conflictos, tienen que enfrentar pruebas, situaciones difíciles,  pero de la manera en que los dos se puedan poner de acuerdo, dejando a un lado el medio ambiente y empezando a ser un nuevo sistema, bueno o malo, dentro de su matrimonio.