Por: Lic. Adolfo Rosales

El día de hoy vamos a hablar de cómo resolver los problemas más comunes en el matrimonio; si usted recuerda, ya vimos una primera parte, y en esta segunda parte vamos a hablar acerca de la comunicación, la sexualidad y un ambiente familiar saludable.

Es realmente nuestro deseo compartir la información, conocimiento y cómo vamos a emplear ahorita en el primer ejemplo, la sabiduría necesaria para poder conducir su matrimonio y a su familia.

¿Sabe usted que es muy diferente la palabra conocimiento que la palabra sabiduría? Usted puede verlo en un diccionario: el conocimiento se encuentra en las computadoras, en el internet, en los libros, hay muchas fuentes de información en nuestros días.

Pero la sabiduría, es un conocimiento que va más allá; es decir, es un conocimiento aplicado, que tiene también como mezcla y como complemento a ese conocimiento. La cuestión de las buenas y de las malas experiencias, ya sean personales o contadas por otras personas, y es de esa manera, que queremos comenzar, porque se requiere realmente sabiduría para poder encaminar a la familia en tiempos tan complicados.

La verdad es que en el matrimonio se va a aprender esa sabiduría y ese conocimiento más que en ningún otro lugar, más que en la escuela, el trabajo, una biblioteca, porque esa sabiduría va a ser la necesaria para poder estar tranquilos, felices, y poder enfrentar todas las dificultades que, siendo sinceros, estamos enfrentando todos como sociedad.

Es una invitación, también, a entender que el matrimonio es un complemento, y yo quiero hablar de esta palabra: complemento, porque es muy importante. En muchas ocasiones el hombre y la mujer pareciera que son dos adversarios en la misma casa; pareciera que son dos boxeadores que están uno enfrente de otro, para ver quién pega más fuerte o quién pega primero, o quién pega más rápido, para que de esa manera el otro no pueda contestar.

¿Sabe? Tanto los hombres necesitamos a las mujeres, como las mujeres necesitan a los hombres. ¿Qué necesitamos nosotros como hombres? Es decir, ¿qué necesita el sexo masculino de las mujeres?  Necesitamos esa suavidad de las mujeres, el cuidado, la sensibilidad; es decir, todo lo que tiene una mujer como características.

Pero también las mujeres necesitan guía, protección, sentir esa fortaleza del hombre y la seguridad que proporciona también el sexo opuesto, para que de esta manera se complementen. Es como un rompecabezas que se empieza a armar. De repente, usted puede ver que no tiene sentido ninguna de las piezas, pero cuando termina de armar el rompecabezas, sea de mil, de cinco mil, de diez mil piezas, usted puede ver que valió la pena, porque al final, entendimos el propósito para lo cual estábamos armando ese rompecabezas. Algo muy similar ocurre en la cuestión matrimonial.