Por: Lic. Adolfo Rosales

Hay bases para tener un buen fundamento en un matrimonio. Como en una casa, debe haber cimientos firmes para soportar una buena construcción. Una de las bases es el amor, como lo hemos comentado.

Otros tres pilares del matrimonio. Uno es el respeto. En ocasiones no escuchamos a nuestra pareja o pensamos que lo que dice no es valioso, pensar que lo que yo digo es más importante, porque tengo más experiencia o conocimiento.

El respeto, es saber escuchar y entender que la otra persona tiene muchas cosas qué darme, más experiencia. Eso enriquece mucho la relación de la pareja. Cuando yo respeto a la persona, veo lo que ella puede hacer para su felicidad y que eso va a repercutir en mi felicidad, empiezo a ser tolerante.

Otro pilar es la confianza. Imagínese una casa donde los mayores enemigos son el esposo y la esposa, ¿cómo podrá salir adelante el matrimonio?, ¿la familia?. Es como en una empresa, donde el Director le tiene desconfianza a todos sus subordinados, esto formaría un ambiente hostil de diferencias, de malicia, de complot, cuidándose uno del otro y el ambiente no sería nada agradable, sería muy difícil trabajar así.

Asimismo, en la familia, cuando no hay la confianza suficiente de acercarse hijos con los padres, el esposo con la esposa y viceversa, entonces empiezan a haber muchos conflictos.

Otro pilar importante en el matrimonio es la comunicación. Viene a mi mente una ocasión en que paseaba con mi esposa en el parque y nos llamó la atención una familia, los padres y sus hijos, pero cada uno estaba platicando con su tecnología, uno con el celular, otro con la computadora, otro leyendo el periódico, estaban interactuando con lo que tenían en las manos, no entre ellos.

Pensaba cómo la cuestión de la comunicación está tan escasa en estos tiempos, cómo el hecho de llegar a casa no implica el ser una familia. Es como si entráramos a la academia de policía o bomberos y el hecho de estar allí nos diera la facultad de ser policía o bombero sin tener el conocimiento.

Es pues el conocimiento práctico, las vivencias, lo que nos va a llevar a conocer a nuestras familias y en el caso de la pareja, fortalecer el matrimonio. Piense, ¿cuánto tiempo dedica a platicar con su pareja? ¿Cuántas cosas importantes le ha contado últimamente?, ¿sus derrotas en el trabajo?, ¿sus problemas en las casa?, ¿sus emociones durante el día?

Este mundo ajetreado, el tener muchas responsabilidades nos hace perder la comunicación con nuestra familia. Estos pilares son importantes.

La palabra sinfonía es clave en el matrimonio. Cuando en una orquesta grande, los instrumentos de cuerda, de aire, todos los instrumentos deben estar en sintonía para que se escuche bien. Deben entrar en el justo momento y callar en el preciso tiempo, parar, hacer pausa, llevar los tiempos. Esto se le llama “armonía” en el ámbito  musical. Esta armonía debe existir en nuestra familia.

Cuando uno quiere ser más que otro, cuando uno busca protagonismo o cuando uno se hace a un lado en los momentos más importantes, sería como en el ejemplo de la orquesta, cada quien entraba en tiempos diferentes y sería un caos total, no habrá armonía.

Así es como se debe valorar si hay armonía en el matrimonio. No confundamos que todos los problemas y conflictos no se pueden resolver, no se van a alejar de nosotros. Es importante entender, en un matrimonio, que el que está frente a mí tiene muchas cosas para darme.

No es cosa de hojear un libro y entender lo que dice el libro, es tomar las vivencias buenas y de las malas, porque de estas, aun, puedo mejorar, las puedo evitar, puedo dar un consejo a otras personas que están pasando por un problema similar al mío.

Entonces, esas dos personas, empiezan a construir una nueva relación. La pregunta que nos hicimos al principio, ¿por qué  con el que me casé ya no es el mismo?, es cierto, la vida va cambiando, porque hay nuevos retos y obstáculos, y es la madurez y el ir creciendo en la vida lo que nos va a ayudar a enfrentar estas situaciones.

Cuando yo quiera que los problemas sean los mismos que cuando nos casamos, estoy viviendo una irrealidad. Cuando yo quiera vivir con la misma mujer de hace diez años con la que me case, es algo imposible, cuando estoy buscando las mismas características de mi pareja como cuando me casé, es imposible.

Es entender esas diferencias y juntos construir esa nueva realidad,  lo que nos va a ayudar a salir adelante de estos problemas y dificultades y retos de nuestra familia.

Es duro aprender, es difícil, a veces dolorosa pero no es imposible. Le invitamos a que estos pilares del matrimonio sean algo integral en nuestra vida, es una herramienta.

Es como si algún electrodoméstico que se echara a  perder en su casa, usted  buscaría la herramienta para arreglar lo que se descompuso, así es como en Esperanza para la Familia, usted puede consultar estos temas. Con herramientas, lecturas, consejería familiar que le pueden ayudar en su matrimonio ¡Hay una esperanza para su familia!