Los problemas más comunes en el Matrimonio y cómo resolverlos - I Parte
 

El amor en el matrimonio
 

Por: Lic. Adolfo Rosales

Muchos matrimonios empiezan diciendo que su matrimonio es como un cielo aquí en la tierra, que todo se ve de color de rosa, que no hay problemas, que no hay dificultades y si los hay, ese momento de enamoramiento que lo definiremos de esa manera, opaca las demás cosas, es decir, aunque haya conflictos, dificultades y problemas, esto mismo se opaca ante ese enamoramiento.

Al avanzar con los años, nos damos cuenta que ya no es lo mismo. ¿Por qué pasa esto?, es una pregunta que muchos matrimonios se hacen.

Hay que definir qué es el amor. Es un concepto que se toca en canciones, de él se habla en conferencias, en libros, películas, etc.  Es un concepto muy amplio, filosófico, sociológico, en fin, se puede ver desde muchos puntos de vista.

Hoy vamos a hablar de tres tipos de amor, para entender más sobre este tema.

El amor a primera vista. Cuando al ver una persona nos es muy agradable, decimos ¡qué guapo!, me gusta. Este amor es superficial, un amor aparente, viene de una raíz llamada eros, que nos deja ver lo superficial, lo estético. En otras palabras, también se escucha como “el amor platónico”, el amor “a primera vista” y esto es algo común que se presenta en los seres humanos.

Es el amor de lo que nos gusta, esta pluma es bonita, la computadora es bonita y asimismo podemos decir de un hombre, de una mujer, me agrada, hay una cuestión de atracción.

El matrimonio empieza con esto y es importante en los primeros años, los primeros meses en que la pareja está conociéndose, pero no puede basarse sólo en eso, porque al pasar el tiempo, esa cuestión de sentimientos, esa cuestión de química, empieza a desaparecer, a bajar y entonces nos preguntamos ¿por qué ya no es igual?,¿por qué no siento lo mismo? El amor eros.

Hay otro amor, cuya raíz es diferentes, es el amor filos, es el amor filial, es muy sencillo definirlo. Se lo voy a explicar con un ejemplo a manera de pregunta: cuando tenemos un conflicto con nuestros hermanos, con papá, con mamá, después de un cierto tiempo, tenemos necesidad de platicar con ellos ¿verdad?, necesitamos de su compañía, de otras personas que llamamos amigos.

El amor filios, filial, tiene que ver con esto, tiene que ver con la necesidad del ser humano de interactuar con otras, es un amor muy sincero. Si usted es serio y puede reflexionar, este no tiene que ver con el amor eros, es un tipo diferente de amor. Es el amor que siente hacia un padre, un hermano, un hijo.

Hay un tercer tipo de amor, cuya raíz es muy diferente a los dos anteriores. Es el amor ágape, el amor más puro, aquel que va a perseverar a través de muchas situaciones, adversidades y que nos va a ayudar a enfrentar toda la problemática que pudiera presentarse a nuestra vida, a nuestro matrimonio y  a nuestra familia.

Quiero darle algunas características de este amor:

Este amor es sufrido, puede soportar situaciones adversas, no solamente es cuando nos va BIEN, no solamente es cuando era más bonita, más guapo, o más joven, sino es  en cualquier momento, en cualquier circunstancia, pacientemente sobrelleva la carga el uno del otro.

Esto es que el amor es sufrido y, claro, esto fortalece mucho la relación. En una ocasión, un hombre de edad avanzada, me dijo cuando yo estaba a punto de casarme: ¿sabes?, yo amo mucho a mi esposa y ahorita voy a visitarla, ¿a dónde?, le dije.

Me contestó, “al Hospital”. Esto me hizo entender esta parte del amor que es sufrido, como dicen, en las buenas y en las malas, no solo en las palabras, sino en los hechos.

Otra característica de este amor es que es benigno, no busca devolver mal por mal, no está pensando en lo malo, en lo negativo, en lo destructivo. Como seres humanos, tendemos a pensar de esta manera. Cuando nos faltan recursos económicos, cuando las cosas no van como planeamos, queremos buscar culpables y luego señalamos a los hijos, al esposo, a la esposa, y esto empieza a deformar la relación y esto genera más conflictos en lugar de resolver los que ya tenemos.

El amor benigno siempre nos llevará a ver la mejor cara en medio de las dificultades, nos va a llevar a encontrar las soluciones en medio de los conflictos, para mejorar, para crecer. Son retos para poder estar como familia y como matrimonio, para salir adelante.

Otra característica, es que el amor ágape no tiene envidia. Cuántas veces no surgen pensamientos en relación a mi pareja y pienso que le está yendo mejor que a mí, me está haciendo sentir que estoy mal, está progresando más que yo, etc.

No es una cuestión de competencia, o de ver quién puede hacer más, sino que es una cuestión de complementarse y, entonces, entender que si yo hago feliz a la otra persona, como consecuencia, va a estar contento y vamos a tener una relación estable.

Un ejemplo, en una ocasión, en una calle muy angosta, un tráiler entra y en el otro lado, otro tráiler entra. Al quedar de frente, empiezan a tocar su claxon en forma ruidosa, esperando que uno de los dos ceda, que uno se salga en reversa.

Si todo el rato están así y ninguno de los dos cede, nunca se va a arreglar el conflicto. Así es en el matrimonio, cuando las dos personas se enfrentan en un problema, en una diferencia, se faltan el respeto, se levantan la voz, se echan la culpa uno al otro, nunca se va a resolver nada. Por eso es importante entender que el verdadero amor no tiene envidia.

Otra característica de este amor es que no hace nada indebido, no va a buscar el mal para la otra persona, no va a buscar hacerle daño, siempre el sentido de protección, siempre el sentido del cuidado. Si en relación a las cosas, cuando deseamos fuertemente un celular, una computadora u otra cosa, y lo obtenemos, lo cuidamos, le damos mantenimiento, ¿no debería ser lo mismo en una cuestión matrimonial?

El no hacer algo indebido o lo contrario, darle todo lo mejor a nuestra pareja, darle todo lo mejor a nuestros seres queridos, es entender esta característica.

La última característica de este amor ágape es que este amor no se irrita. No quiere decir que me cause gracia las cosas adversas, quiere decir que evitará enojos, explosiones, corajes, tratará de controlarse y evitar cosas que agraven la situación, heridas que persisten a lo largo de los años y se refieran las cosas de años atrás. De esto provienen los malestares, las cuestiones de injusticia pero aun así, no es imposible la reconciliación.

Estas son algunas características que debe haber en los matrimonios y en las familias.

Los fundamentos de un matrimonio sólido
Condiciones Legales de Uso | Derechos reservados 2012 ©