Los problemas más comunes en el Matrimonio y cómo resolverlos - I Parte
 

Las diferencias y los malos entendidos
 

Por: Lic. Adolfo Rosales

Las diferencias y malos entendidos en los matrimonios y las relaciones humanas son comunes. Una persona comentó alguna vez: “Yo no he tenido problemas con nadie en la vida, soy una persona muy pacifica, que me llevo bien con todos”, y cuando le preguntaron si tenía problemas con su pareja, con su esposa, él dijo: “No, nunca he tenido un problema con mis esposa”.

Esa persona, quizás, estuviera disimulando, esa persona, probablemente no era de este planeta. Como seres humanos, somos seres de comunicación y no siempre podemos ponernos de acuerdo, no siempre van bien las cosas, es por eso la importancia de esta  edición, de tener las herramientas para poder entender cuándo estamos teniendo un problema y cómo resolverlo en nuestro matrimonio.

Además, si estos problemas no son atendidos, podemos compararlo con un vehículo que empieza a sonarle algún botón en el tablero y le indica que hay una falla mecánica.

Si usted dice, no tengo tiempo de arreglarlo, no creo que pase algo, bueno, al mes, dos meses, ese problema se va a agravar y si usted deja que pasen otros seis meses, se va a dar cuenta que ese problema empezará a afectar a otros sistemas del vehículo, por lo cual no será una sorpresa para usted que el vehículo lo deje en carretera, en un viaje importante o en traslado urgente.

Es decir, debemos poner atención a las dificultades que estamos enfrentando en nuestro matrimonio, y eso va a derivar en otros conflictos en nuestro matrimonio.

Varias personas nos han comentado que los temas de las familias son muy importantes, pero han comentado que la base de la familia, de los hijos, de los planes, de los proyectos, es solo una sombra de lo más importante, que es el esposo y la esposa, es decir, la pareja.

Algunas preguntas que nos han estado comentando, dicen:

  • ¿Por qué ya no se siente lo mismo que cuando comenzamos nuestra relación matrimonial?
  • “Es que ya no eres la misma, ya no eres el mismo…”
  • ¿Por qué se acabó el amor entre nosotros?
  • Antes era tan especial, ¿en qué punto cambiaron las cosas?

Son algunas preguntas que nos hacemos,  pensamos y yo creo, que nos ha ocurrido a varios.
Cuando estas ideas están de continuo en nuestra mente, empiezan a meternos en una problemática aún más grave, porque lo empezamos a creer, y se empieza a convertir en el pan diario en nuestra relación matrimonial, en nuestra casa.

Por eso, estos problemas debemos enfrentarlos. Algunos pueden pensar que esto no es importante, que no puede afectar a su matrimonio, pensar que todo está mal y que no se puede hacer nada.
Esto impide que haya una relación correcta y que, como una máquina con engranes y sistemas, creer que pueda funcionar todo en armonía y permita seguir funcionando cualquier sistema.

Cuando una de las partes de ese sistema, de ese engranaje, no está funcionando, entonces nos va a provocar muchos problemas y situaciones. Por ejemplo, en el matrimonio, debemos ponernos de acuerdo para tomar los compromisos adecuados para sacar adelante a la familia.

Debemos tener un método adecuado para enfrentar las situaciones difíciles, de escasez económica, situaciones con los hijos, situaciones con la pareja, situaciones con el medio ambiente, que en ocasiones es muy hostil y que es en la familia, en el matrimonio, donde debemos resolver estos problemas.

Hay que tomar decisiones aunque tengamos situaciones difíciles, aunque la dinámica de la familia se esté presentando muy hostil entre nosotros mismos y que, por algunos comentarios, han dicho que los propios enemigos son los de dentro, son los de la familia, somos nosotros mismos.

Y, entonces, es muy difícil tomar decisiones,  porque no le hablo a mi esposo, porque no le hablo a mi esposa, porque no llevamos una buena relación, porque siempre que empezamos a hablar, a platicar, se presentan problemas, dificultades y prefiero no hablar, no intervenir, porque siempre terminamos en pleito, siempre terminamos mal.

La comunicación, por lo tanto, es algo indispensable. No solamente eso, cuando hay crisis en la familia, cuando hay una urgencia, una necesidad.

Imagínese cuando hay un problema grande en un barco, todos deben ponerse de acuerdo para un plan emergente, y en ese momento todos empiezan a irse de un lugar a otro y se empiezan a gritar, a jalonear, empiezan a pelear sobre cómo evacuar el barco y no hay comunicación.

Yo creo que sería una gran tragedia y la mayoría de la gente no podría salvarse por no tener ese plan, esa comunicación; es decir, que las dificultades en la familia, de acuerdo a este ejemplo, deben de resolverse porque el día que haya una crisis real en la familia, tiene que encontrarse a la familia unida, fuerte, firme, con valores y principios que le hagan sobresalir de esas dificultades, pueden ser enfermedades y problemas de muchas índoles.

No podemos hacerle como en el ejemplo del barco, abandonar y decir, pues allá que lo resuelvan otros, porque las cosas no se resuelven por sí solas.

Pero definamos exactamente la palabra “malentendido”. Puede ser una mala interpretación o desacuerdo de entender alguna cosa.

En una ocasión, estaba en la calle observando a dos personas y una persona le dio a otra la indicación de cómo estacionarse adecuadamente, pero, por las malas interpretaciones, chocó con otro coche la persona que estaba acomodando el auto, y se empezaron a pelear, a decirse de palabras.

Esto es comparable a la cuestión matrimonial, a veces queremos decir una cosa y terminamos diciendo otra, otra situación muy diferente. Esos malentendidos, esas dificultades., serán el propósito de esta  edición.

El amor en el matrimonio
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