El Amor en la Vida de la Familia
 

Cultivando el amor en la familia
 

Por: Lic. Adolfo Rosales

Queremos dar consejos prácticos para dar el amor. Antes de dar estos consejos debemos analizar el concepto cultivar, como la noción de algo. Cuando plantamos una pequeña flor en nuestro jardín, o un árbol que va a dar un fruto, no nomás lo plantamos y decimos a ver qué pasa.

Si queremos que crezca, tenemos que dar seguridad, tenemos que cercarlo, que abonarlo, echarle fertilizante, agua, cuidarlo, que le dé el sol necesario, no más.

Hay árboles que no se dan en el mismo tipo de tierra, flores más delicadas que otras, hay pájaros que se pueden comer las semillas que plantamos, puede venir un animal y destruir nuestro árbol que ya va creciendo, puede venir una persona descuidada y arrancar una hoja, puede alguien con un sentimiento de maldad o algo contrario a nosotros, destruir nuestro árbol, todo esto usted lo entiende, podemos enfocarlo a nuestra familia, podemos enfocarlo a nuestra esposa, esposo o hijos, porque son esas plantas delicada, nuestras esposas esos pétalos delicados que tenemos que cuidar, que tenemos que respetar.

Tenemos que aprender, porque nadie nos enseñó, tenemos que aprender a comunicarnos, a hablar, a tratarlas, tenemos que cuidar a nuestros hijos de aquellas inclemencias, de aquellos que quieren robar, de aquellos que quieren destruir, de aquellos que quieren ser una influencia negativa, de aquellos que van obstaculizar el sol para que ellos crezcan adecuadamente, tenemos que poner un cerco, una barrera que no tiene que ver con restricciones sin razonamiento, que tiene que ver con un amor comprometido de cuidar lo que es importante.

Esta palabra cultivar es una palabra muy amplia, muy extensa pero que nos da una idea de que no solamente es plantar, sino de cuidar aquello que fue plantado, aquello que se llama familia.

No nos desesperemos, porque así como un árbol grande, como las secoyas, en California, de los arboles más grandes que hay en el mundo, pues no crece de un día para otro.

Bueno, si hemos estado trabajando mal con nuestros hijos, si hemos reconocido a lo largo de esta lectura que hemos hecho las cosas mal, hemos destruido en lugar de construir, hemos actuado egoístamente en muchas ocasiones, no hemos trabajado lo suficiente, no hemos protegido a los nuestros, bueno, no va a ser algo rápido, no va a ser algo mágico, pero aquí, la palabra perseverancia, la palabra dedicación, la palabra sacrificio y constancia tiene que ser algo en lo cual tenemos que recordar, para poder ver esos cambios que van a ser pequeños, que van a ser insignificantes.

En toda labor hay fruto
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