El Amor en la Vida de la Familia
 

Todos queremos una familia feliz
 

Por: Lic. Adolfo Rosales

Queremos una familia feliz, queremos una familia bien estructurada, queremos una familia que pueda defenderse de cualquier problemática de la sociedad y pueda ayudar, no solo nocivamente o negativamente para la sociedad, que pueda ayudar a esta sociedad a mejorar. Entonces, es importante que podamos entender que es lo que buscamos, que es lo que queremos.

El tema del día de hoy es importante, yo le quiero comentar, porque aparte de esta crisis que hemos venido comentando a modo de introducción, con índices de criminalidad muy alto, que vamos a ver más adelante, con una violencia que se incrementa a cada momento, quiero decirle que esta violencia, que estos índices delictivos y toda la problemática que vamos a estar analizando, tiene que ver con los miembros de la familia de esta sociedad, porque se ha hecho a un lado algo que es importante, una palabra clave, que el día de hoy vamos a manejar, la palabra Amor.

Esa palabra que debe ser la base de toda familia, de todo matrimonio, ese amor que debe ser la base, como hablando de un cimiento de un edificio, hablando de la base sólida de una estructura metálica, hablando, entonces, para estructurar un buen matrimonio, una familia, esta palabra, de cuatro letras, pero que tiene un significado muy profundo, llamado amor.

Un amor desinteresado, un amor que traspasa lo que yo quiero, lo que ve que el otro también necesita. Un amor que deja a un lado cuáles son mis necesidades y empieza a ver también las necesidades de los demás.

Cuando este proyecto se empieza a basar en el amor, entonces todo va a funcionar; pero como en el ejemplo que puse en un principio, si este proyecto se basa en el dinero, por ejemplo, o en los bienes materiales, o inclusive en la educación, no diciendo que sea algo incorrecto, o en el trabajo, o en el esfuerzo propio, pero no en el amor, entonces empieza a haber varias situaciones complicadas.

Empiezan a crecer los miembros de esta familia, como comentamos, de una manera desorientada, sin dirección, sin sentirse parte de algo. Quiero poner un ejemplo aquí.

Es como si en alguna ocasión Usted o yo estuviéramos perdidos en alta mar y, entonces, allí perdidos, llegamos a una isla y no sabemos a dónde ir, no estamos comunicados, que fuéramos como náufragos y nos quedara poco alimento, tuviéramos pocas probabilidades de sobrevivir, nos sentiríamos desolados, angustiados en ese momento.

Cuando no existe un rumbo a seguir
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