Por: Lic. Adolfo Rosales

La familia no es solamente un elemento que se menciona en una plática, no es un elemento que se enseña en un aula de clase o en una plática familiar o matrimonial, sino que la familia es realmente la esencia de la sociedad.

Como va la familia, va la sociedad y viceversa. Podemos entender que la sociedad va bien o va mal, tiene problemas, tiene enfermedades, tiene situaciones destructivas. Si las familias de una comunidad, de un estado, de un país, todos nuestros amigos de América latina que leen esta edición, podemos entender que la familia es parte fundamental, de un cambio positivo o de un cambio negativo, en la sociedad y en el país donde nos encontramos.

El día de hoy queremos comentar que la familia en sí misma, ya existe, no tenemos que estar pensando en cómo diseñarla. Mientras que se diseña un aparato, se diseña un automóvil, un aparato doméstico, la familia ya está diseñada.

Es más bien entender cómo mejorar a la familia, cómo estructurar familias más acordes a las problemáticas de la sociedad, que resistan más inclemencias, que resistan más problemáticas, es lo que nos debe preocupar, lo que nos debe hacer entender este llamado de la sociedad para cada uno de nosotros, en nuestras familias.

Quiero comentarle también una anécdota para poder introducir. En alguna ocasión, una persona dijo lo siguiente: “Si yo me encontrara un millón de pesos, un millón de dólares, de acuerdo a donde vivamos, de acuerdo a la moneda de su país, yo sería completamente feliz porque yo le compraría todas las cosas necesarias a mi familia y entonces tendríamos abundancia, pondríamos un negocio y entonces empezaríamos a generar riqueza y esa misma riqueza generaría felicidad en el entorno familiar”.

Bueno, cuando esta persona llegó a jubilarse no recibió esta cantidad de dinero pero sí recibió una cantidad considerable, y cuando lo recibió, me comentó, años después, que le fue tan difícil manejar ese recurso, le fue tan complicado manejar ese dinero, que me comentaba que le estresaba el hecho de amanecer y decir ¿en qué lo voy a gastar? ¿En qué lo voy a invertir?

Dice literalmente, que cuando lo tenía en las manos le era una angustia, una presión, y lo más fácil que pudo hacer, fue gastarlo completamente todo y, entonces, se evitó un gran peso que tenía encima.

¿Por qué comento este ejemplo para comenzar? Porque nosotros, a  veces, pensamos que la felicidad, en este caso en la familia, en la sociedad, tiene que ver con algunos elementos, que así lo hemos entendido toda la vida, todo el tiempo.

Tal vez nuestros padres lo inculcaron en nosotros, tal vez lo hemos escuchado de otras personas, tal vez es un sueño, una ilusión que nosotros hemos estado generando, pero, a veces, como dice un refrán, “nadie sabe lo que pide, cuando lo recibe”, entonces, ve que la realidad es muy diferente.