Por: Ing. Gilberto Sánchez

Finalmente, como es nuestra costumbre, quisiera leer un texto de la Sagrada Escritura, ¿Qué dice DIOS respecto del alcoholismo? En el Libro de Proverbios capítulo 23 versículos 29 a 35, dice lo siguiente:

¿Para quién será el ay? ¿Para quién el dolor?
¿Para quién las rencillas?
¿Para quién las quejas? ¿Para quién las heridas en balde?
¿Para quién lo amoratado de los ojos?

Para los que se detienen mucho en el vino,
Para los que van buscando la mistura.

No mires al vino cuando rojea,
Cuando resplandece su color en la copa.

Se entra suavemente;
Mas al fin como serpiente morderá,
Y como áspid dará dolor.

Tus ojos mirarán cosas extrañas,
Y tu corazón hablará perversidades.

Serás como el que yace en medio del mar,
O como el que está en la punta de un mastelero.
Y dirás: Me hirieron, mas no me dolió;
Me azotaron, mas no lo sentí;
Cuando despertare, aún lo volveré a buscar.

¡Qué palabras de nuestro Creador! Empieza diciendo quién va a sufrir las consecuencias, quién va a sufrir los golpes, la miseria la humillación, el desprestigio, la destrucción de su vida familiar, social, laboral; dice: para los que se detienen mucho en el vino, para los que ponen su esperanza en él, para los que se dejan llevar por él, para los que están buscando el placer.

Para los que dicen, no mires eso, no mires el vino cuando rojea, cuando resplandece en la copa. Mire qué interesante, está hablando de la publicidad.

Dice DIOS: No pongas tus ojos en eso, no te dejes seducir, no te dejes atrapar por eso, porque entra muy suavemente, porque qué placer se disfruta, pero dice que al final morirá y como serpiente causará dolor y eso es lo que está pasando.

Con el alcoholismo, ¿cuánta gente mira el vino? Se deja seducir, se deja llevar por el placer y, luego, tienen vidas destruidas; su conducta cambia, habrá cosas perversas en él; empiezan incluso a matar, empiezan a robar para tener dinero para el alcohol, empiezan a pelear con sus familiares, porque los están reprendiendo, porque les está diciendo: no hagas eso.

Porque vas a quedar náufrago a mitad del océano, perdido, sin esperanza, con la única opción de morirte no hay más; lo más terrible es que cuando recapacites dirás: lo voy a volver a hacer, vas a quedar con una adicción.

Nuestro Creador dice: ten cuidado con esto, destruye familias, destruye sociedades, destruye naciones, no está exagerando DIOS, cuando está diciendo, esto por eso, es un llamado hoy a los padres de familia, a todas las sociedades, al gobierno, a que recapaciten por la situación del alcoholismo, de que estamos por velar por la vida humana, por la vida de nuestros hijos, no para destruirlas, no para enriquecernos.

Termino con el testimonio que dijimos hace unos días, se me viene a la mente. Ese hombre que decía: yo no vendo alcohol, yo sé que vendiendo alcohol vendería mucho más, pero eso es matar a nuestros hijos, a nuestros jóvenes, yo no quiero esa responsabilidad sobre mi vida, sobre mi conciencia y sobre mi familia. Yo también tengo hijos.

Que eso se pueda quedar en nuestras mentes, en nuestros corazones, entender que es mejor tener una vida sencilla, con lo necesario, pero respetando la vida humana y no grandes riquezas a costa de las personas. Que Dios le bendiga.