Por: Ing. Gilberto Sánchez

Voy hablar ahora del ciudadano común, que es la sociedad. Como ciudadano común, creo que es importante que usted se informe, para que deje de ver el alcohol como algo normal, sino que lo vea como una droga, que es lo que es, que quita la vida de las personas.

Hay que alejarse del alcoholismo y de los ambientes que lo promueven o,  vamos, ¿qué pensaría de una fiesta de un amigo si encuentra cocaína o crack?, ¿usted estaría de acuerdo en estar ahí? Yo creo que diríamos que no.

Okey, es lo mismo, ¿qué diríamos con el alcohol?, el problema es que al alcohol se le ve socialmente de otra manera, ya se le está aceptando, y puesto que el gobierno lo permite, está bien. No hay problema aunque el alcohol esté legalizado, el alcohol sigue matando gente, el alcohol sigue destruyendo familias, sigue destruyendo familias  de una manera impresionante.

En México, directa o indirectamente, mueren 135 mil personas al año, por causa del alcohol. La mayoría de ellos son jóvenes. Es una guerra silenciosa que está matando a nuestros jóvenes. No es cosa pequeña, por eso es bueno estar alertando y evitar ese tipo de ambientes, y tomar decisiones sabias, decisiones de mucho dominio, de vencer la influencia de la sociedad.

Decir: no más, estoy entendiendo que estoy destruyendo las vidas, que destruye las familias, no tengo por qué arriesgarme, no tengo por qué participar en ese tipo de situaciones.

¿Qué más? Pues aléjese del alcoholismo y los ambientes que lo promueven, aleje lo más posible a niños y jóvenes.

Las personas que tienen enfermedades de tipo mental son muy severamente afectadas cuando practican el alcoholismo. Cuando entran en contacto con el alcohol, son más susceptibles por el medicamento que están llevando, por las situaciones que están viviendo.

Hay que participar de una manera activa, socialmente hablando involúcrese de veras en actividades y campañas que informen sobre el alcoholismo, que fomenten actividades saludables, eso siempre es bueno.

Hay asociaciones civiles que trabajan en esto y luego necesitan manos que les ayuden a extender esta información, a extender este mensaje de vida, que tienen que ver con ayuda hacia los jóvenes y niños y, claro, ciudadano común, quizá la más difícil de todas: que prediques con ejemplo. Di NO al alcohol, di sí a la salud, di sí a la vida.

Si eres padre de familia, pues más. Tus hijos vean con tu ejemplo que el alcohol no es parte de tu vida, que tú rechazas eso, porque tú sabes sus peligros y las consecuencias que representa, y esta es, tal vez, la parte más difícil, predicar con el ejemplo, entender la información que se te está dando, entender las consecuencias de entrar en el alcoholismo.