¿Cómo reconciliarme con mi vida?
 

Casos reales de confusión emocional
 

Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

Veremos a continuación el caso de mujeres heridas por el adulterio, jóvenes rechazados por sus padres y sus familias, ¿cómo enfrentar los retos? Y aquí, pues, necesitamos mucha sabiduría. Veremos historias muy comunes que llegan a nuestro departamento de consejería sobre el matrimonio, siempre guardando el anonimato de las personas para que su identidad quede respetada:

Karla, una mujer de 35 años, que lleva 7 años de casada, nos comenta: “estoy casada con un gran hombre, muy trabajador, apasionado, romántico, con mucho talento y muy buen padre; hace unos meses tuvimos una fuerte crisis en nuestro matrimonio, se nos apagó un poco el amor, no lo alimentamos, confieso que lo descuidé, dejé de ser su compañera, su amiga y hasta su amante, me envolvió el trabajo, la presión, etc.

Mi esposo conoció a una mujer que vio en él todas sus buenas cualidades, ella lo empezó a conquistar admirándolo, escuchándolo y dándole lo que yo le negaba. Mi esposo duró con ella dos meses, pues me di cuenta a tiempo, que al principio mi esposo quería irse con ella y dejarme; pero hice todo mi esfuerzo para reconquistarlo, pues no quería perderlo y lo logré.

Se dio cuenta de su error y está echándole muchas ganas a nuestra relación matrimonial, mi problema es que no puedo olvidar lo que pasó, tengo mucho dolor en mi corazón, ya que no me puedo perdonar a mí misma por haber descuidado mi matrimonio, y siempre vivo con la culpa, y esa culpabilidad me está matando lentamente.

Sufro mucho de insomnio y dolores de cabeza, he estado sufriendo todo este tiempo en silencio, ya que no le he dicho a nadie, ni a mi propio esposo, lo miserable que me siento; pero es tiempo de romper el silencio, ya que no puedo vivir así un día más”.

Continúa diciendo Karla: “Lo que no puedo perdonar es que yo fui la culpable de todo esto, mi esposo en sí siempre fue un buen esposo, cuando yo no le buscaba, y le ignoraba, él siempre me buscó, y me llamaba para ir a cenar, pasear; pero yo siempre estaba cansada o estaba ocupada, y esto abrió la oportunidad para que él buscara alguien con quien salir, quien se dio cuenta de las buenas cualidades de mi marido. Lloro, quisiera regresar el tiempo, ya es muy tarde, todo ha pasado, nadie puede borrar el pasado”.

Bueno, en esta carta podemos darnos cuenta de un problema donde se pierde la confianza en la pareja, como en el caso de la pareja de Karla. La pareja, hoy, está destruida y esa confianza no es fácil de recuperar, óigalo bien. Y cuando ve a su pareja salir al trabajo, siempre duda de su pareja, ya que pensará que todo lo que pasó anteriormente, o sea el adulterio de él, se puede repetir en cualquier momento.

Imagínese usted cuántas personas el día de hoy se identifican con Karla, descuidan su relación matrimonial por el trabajo, por el cansancio, por estar demasiado ocupada; y de pronto, otra mujer ve las cualidades en el marido y ella le da lo que Karla le negaba. Ahora bien, ¿qué hizo Karla?, pues sentirse totalmente culpable por su actitud de desprecio hacia el marido, y haberlo orillado a esa situación tan difícil.

Le ha perdido la confianza al marido, el marido sale a trabajar, lo ve salir y, siempre, en ella está este pensamiento: ¿lo volverá a hacer? Y esto lleva a Karla a sentir una gran culpabilidad contra ella misma; y este es, precisamente, el centro de nuestro programa, el día de hoy.

“Me siento infeliz, aunque tengo todo…”
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