Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

Muchas personas se sienten terriblemente culpables en su vida, por algo que hicieron o por algo que no hicieron; y esa culpabilidad acompaña a muchas personas el día de hoy.

¿Qué podemos decir de aquellos hombres que perdieron su relación matrimonial por el adulterio?, que perdieron sus hijos por conductas escandalosas, como las borracheras, la falta de provisión económica, la infidelidad; o aquellos jóvenes que se sienten culpables por haber maltratado a sus padres, cuando los tuvieron en vida; o aquellas personas que se sienten culpables por haber abortado, por haber sido violada, por haber perdido un negocio que estaba floreciente, por no darle a la familia lo que él piensa que merece.

Muchas personas hoy viven con esa culpa en sus vidas y no hallan cómo reconciliarse y estar en paz con esa culpa.

¿Sabías tú que cuando esto se arregla, se arregla la vida entera? Y lo vamos a ver más adelante, no te lo pierdas. ¿Qué podemos decir a Karla el día de hoy? Bueno Karla cambia tú, cambia radicalmente, deja de hacer las cosas que has estado haciendo, empieza a hacer cosas que no hayas hecho nunca.

Cambiar radicalmente vuelve una persona nueva y te sorprenderás de que puede haber un nuevo comienzo en tu matrimonio, nunca estés esperando que el otro cambie. Hoy te quiero decir: hoy es un bien día para empezar, no te preocupes por haber fallado, preocúpate por no volver a fallar.

Pero hay muchos ejemplos más que no tienen que ver con el matrimonio, sino en cuanto a la juventud. Nos comenta Mariana: “Tengo todo y no soy feliz”.

¿Cuántas personas se encuentran el día de hoy que tienen todo en la vida, pero no tienen felicidad? Todo lo que quisieron tener, hoy lo tienen y muchos lo tienen en abundancia; sin embargo, no encuentran la felicidad verdadera y se sienten culpables con ellas mismas porque tienen todo, son personas muy privilegiadas, no les falta nada, un buen esposo, una casa bonita, tienen suficiente para vivir, hijos que están estudiando y pueden proveerles su educación.

Sin embargo, esas personas no se sienten realizadas, no se sienten perdonadas consigo mismas y viven con esa culpa también. Hay personas que se sienten culpables, simple  y sencillamente, por causas externas y fuera de su voluntad, como en el caso de la depresión.

Uno de sus síntomas principales es que la persona se siente culpable, inclusive por cosas que jamás ha hecho, simplemente es un sentimiento de culpa.

Hoy muchas personas transitan por las calles, plazas, tiendas y lugares de reunión pero viven esa desesperanza: ¿cómo puedo reconciliarme con mi vida?, ¿cómo puedo arreglar mi pasado?, ¿mi presente?, ¿cómo volver a empezar? Ya he vivido tantos años, tengo quizás cincuenta años, cuarenta y son puros problemas, me esperan 40 años de más problemas, de situaciones como las que he vivido, adelante.

Muchas personas fallecen en su mente, se desesperan, se sienten perdidas y desorientadas totalmente y viven una vida mecánica, fría, sin esperanza, sin gozo verdadero, y desorientados, con la pregunta: ¿cómo reconciliarme con mi vida?

Pero, yo quiero decirte que hoy es un buen día para empezar. Muchas veces sentimos que no tenemos esperanza, lo vivimos; pero te hago una pregunta ¿qué es verdaderamente vivir sin esperanza? Sólo existir, pero no vivir.

Hay una gran diferencia entre existir y vivir, las personas todas existimos, pero vivir, experimentar cada día la vida, la vida con todas sus cualidades, con todos sus goces naturales, esa vida abundante y verdadera a la cual tenemos derecho a vivir.

¿Cuántas personas se les ha negado este derecho? porque no saben cómo reconciliarse con su vida, no saben cómo estar en paz con su vida.

Te hago una pregunta: ¿cómo puedes reconciliarte con tu vida cuando todo lo has perdido, cuando todo el futuro se ve tan oscuro, sin un solo rayo de esperanza para salir adelante?

El resentimiento es una de las  emociones que más enfermedades produce junto con el miedo. Hemos hablado acerca del miedo, los distintos miedos que hay; sin embargo, hoy, el resentimiento. Muchas personas viven resentidas por causa de lo que han sufrido, de lo que les han hecho o no les han hecho.

Fracasos, problemas matrimoniales, noviazgo, problemas económicos, el barrio, las personas que nos rodean; en fin, por causa de sentirnos, nosotros mismos, resentidos con nuestra propia vida fracasada y sentimos dolor y estamos viviendo una vida donde nos damos cuenta que la densidad y profundidad del resentimiento es difícil de alcanzar.