Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

El Trastorno Depresivo es una enfermedad que afecta el organismo, el cerebro, el ánimo y la manera de pensar, afecta la forma en que una persona come y duerme, afecta como uno se valora a sí mismo, o sea, su autoestima y la forma en que uno piensa.

Un trastorno depresivo no es lo mismo que un estado pasajero de tristeza, no indica debilidad personal, no es una condición de la cual uno pueda librarse a voluntad, las persona que padecen de un trastorno depresivo no pueden decir simplemente “ya basta, me voy a poner bien”, pues lo cierto es que sin tratamiento los síntomas pueden durar semanas, meses e incluso años, es así que la mayoría de las personas que padecen de depresión pueden mejorar con el tratamiento adecuado.

Veamos el ejemplo de Julia de 25 años quien comenta: “Llevo cuatro años con depresión, pero de la verdadera no sé de qué tipo, siempre estoy depresiva aunque esté bien, (entre comillas), y a veces cada dos horas o una hora me entra una depresión profunda… al próximo día se va, pero a veces me dura más. Llevo cuatro días muy mal, solo quiero dormir y solo quiero dormir y si puedo dormir un mes entero lo duermo, cuando me despierto mis problemas me bombardean la cabeza, me late el corazón a mil por uno, es un infierno, por eso quiero dormir, no quiero hacer ejercicio, ya no hago dibujos, antes pasaba horas en ello, ya no escucho música, me cansé, pienso en la muerte todo el tiempo y el suicidio... El 90% de mis sueños son pesadillas ¡ya no quiero soñar! Estoy engordando porque la ansiedad me hace comer, los psicólogos odian los pacientes depresivos, tan aburridos, deprimentes, por lo tal no iré esta semana, no me gusta ir así, no puede ayudarme, quiero medicamento pero el psiquiatra da cita dentro de dos meses y no viviré tanto pienso yo, no sé qué hacer, ya no voy a las clases definitivamente, mi vida ha quedado destruida, solo quiero dormir el resto de mi vida. Así comenta Julia con respecto a la depresión que vive.