Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

Empezaremos este tema con una de las miles de consultas que recibimos cada año en Esperanza para la Familia, esta consulta pretende servir de ejemplo, ejemplo para otras personas que sufren problemas similares y nos hemos limitado a modificar los datos de identificación para conservar el anonimato de las personas que nos consultan. La carta dice así:

“Me dirijo al equipo de Esperanza para la Familia  al reconocer con cierta aprehensión(sic) que  soy bastante recia a contar mis problemas y más aún de una manera tan impersonal como ésta. En cualquier cosa estoy intrigada por saber si me pudieran ayudar a darme alguna dirección, no estoy segura del todo, sin embargo, yo sufro de ansiedad y mi esposo me ha dicho que busque ayuda.

Yo siempre he pensado que el ser tan nerviosa era una parte de mi personalidad, pero la verdad, cuanto más pasa el tiempo este estado de nerviosidad o ansiedad se vuelve cada vez más insoportable así que siempre he dicho o he pensado que no tengo remedio, sin embargo está llegando un punto  en el que no me permite vivir normalmente.

Como esposa siempre estoy en tensión, en alerta, no concibo relajarme, me cuesta mucho dormir por las noches, me sudan las manos casi constantemente y casi cualquier situación hace que reaccione con nervios y tensión, yo me doy cuenta que este tipo de comportamiento de preocupación general  no es normal, ya no quiero vivir con él.

He llegado a desesperarme hasta el punto que siento una gran frustración, a veces no puedo evitar pensar ¿porqué soy así? En estos momentos estos pensamientos pues me causan tristeza y yo quisiera que desaparecieran ¿verdad? Además me llevan a sentir una depresión insoportable, lo cual odio y rechazo”- continúa diciendo-.

“…lo que sucede es que quiero con todas mis fuerzas acabar con esta horrible sensación. Tengo muchas cosas por las cuales quiero luchar y vivir pero soy consciente de que tengo que encontrar una solución a ese terrible problema que me  limita, por supuesto, yo no soy una especialista pero si me conozco a mí misma y después de haber leído sobre el tema en su página de Internet, creo que quizá yo sufra de ansiedad ¿podrán por favor decirme a dónde puedo dirigirme, dónde puedo encontrar ayuda y sobre todo podrían decirme si hay verdaderamente una solución para este problema? Que no sea a través de la medicación por favor. Gracias anticipadas por la información que espero  me envíen, un saludo atento.”

En este caso la persona que nos envió esta carta es solo una de las muchas consultas relacionadas con la ansiedad.