Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

Las imágenes de la situación traumática, en una persona con estrés postraumático vuelven y se re-experimentan una y otra vez. Los médicos que saben de esto le llaman “flash backs”, que se producen en contra de la propia voluntad de la persona.

Por ejemplo, la persona empieza a observar al tipo que la violó y que se acerca a ella, la imagen está tan fresca, tan vívida. Si sufrió un accidente de automóvil, observa también cuando fue a la sala de emergencia y no encontraba a su ser querido y no sabía qué hacer ante tal o cual situación, y esto lo  recuerda en contra de su voluntad, a pesar del paso del tiempo  imaginándolo con todo lujo de detalles acompañado de intensas reacciones de ansiedad, como son la preocupación, el miedo intenso, la falta de control y trata de evitar situaciones similares.

Recuerdo en una ocasión una mujer ya madura se acercó a la consejería  familiar, ella relata que en frecuentes ocasiones empieza a llorar y cuando empieza a llorar se acuerda de cómo su ser querido, vamos a llamarlo, su propio padre, abusaba de ella sexualmente cuando ella era una niña, después fue una preadolescente y no cesaban esas agresiones sexuales.

Ya madura ella recordaba con lujo de detalle estas experiencias y le producían lloro, lamento,  dolor y era tan vívido… esa mujer estaba sufriendo  estrés postraumático, porque esas imágenes que vienen a la mente ya sea de cualquier trauma, el accidente,  la muerte de un ser querido, el presenciar un acto de violencia, el accidente, etcétera. A esas imágenes el que sufre de estrés postraumático les da mucha importancia y entonces provocan ansiedad y se desarrollan muchos pensamientos relacionados con ese acontecimiento traumático y sus consecuencias.

También la persona que sufre estrés postraumático le concede mucha importancia a esos pensamientos que generan más y más ansiedad y más y más inseguridad.

Recuerdo en una ocasión también a una persona que sufrió un accidente automovilístico violento, muy violento, inclusive perdió el conocimiento, la persona fue internada de inmediato en la sala de emergencias y al despertarse no encontraba a su esposa que venía viajando con él en el mismo automóvil que fue accidentado y eso le produjo un trauma tan grande que no podía dormir en  las noches posteriores, sufría pesadillas, se despertaba sudando recordando aquella experiencia  traumática.

El mundo se percibe como altamente peligroso para las personas con estrés postraumático. Se suele perder la sensación de control  sobre su propia seguridad, se recuerdan muchos detalles de la situación o de las sensaciones que vivió esa precisamente en el evento, en el suceso y las recuerda con gran viveza, con gran intensidad y con una alta frecuencia.

En una ocasión fuimos invitados el equipo de Esperanza para la Familia para dar una serie de conferencias sobre el estrés postraumático y nos llamó la atención cómo muchas de las personas que atendieron a la conferencia sufrían de estrés postraumático.

Esa ciudad era caracterizada por un alto nivel de violencia, de asesinatos, de secuestros, de robos, hurto, falta de equilibrio social, de justicia, etcétera, y pues cuando empezamos a entrevistar a las personas que se acercaban por ayuda y consejo nos narraban con lujo de detalle aquellos acontecimientos  que habían vivido y cómo les afectaba en su vida familiar, en su trabajo, en su relación con otras personas.