Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

El día de hoy continuaremos hablando del Trastorno de Estrés Postraumático: la cara oculta de la familia de hoy.  Pero recuerden, lo más importante en esta serie de mensajes sobre la familia y la salud mental es que vamos a tratar de ofrecerte ayuda, consejo y esperanza, a ti, a tu familiar o a aquella persona que sufre de estrés postraumático.

El diagnóstico de  trastorno estrés  postraumático requiere que se haya producido una exposición a un acontecimiento traumático que debe ser potencialmente amenazante a la vida, o para la salud del individuo o de otra persona de su entorno más cercano.

Ejemplos de acontecimientos que pueden causar trastorno de estrés postraumático son:

• la violencia
• el abuso sexual
• el rapto
• acoso en el colegio por parte de los compañeros
• accidentes automovilísticos graves
• desastres naturales o provocados por el hombre
• enfermedades amenazantes para la vida del individuo, como cáncer o quemaduras graves

El estrés postraumático, se origina también tras haber sufrido atentados, el haber observado violaciones o sufrido violaciones, asaltos, secuestros,  accidentes y en donde está en juego la vida de las personas.

Los niños que padecen el trastorno de estrés postraumático, responden a dichos eventos que acabo  de mencionar, con intenso temor, horror o desesperanza y en ocasiones muestran comportamientos desorganizados y agitación. 

También desarrollan síntomas característicos, como re-experimentación del acontecimiento traumático, evitación y aumento del umbral, o sea de ese sitio donde ya no toleramos más el nivel de ansiedad, el nivel de estrés.

Mónica nos cuenta su situación: “Tengo treinta y tres años, aunque no tengo dinero, busco la forma de tratarme del estrés postraumático. Esto comenzó hace dos años, yo sola no he podido recuperarme de lo que pasó, creí perder la razón durante una violación que me pasó, pero me levanté y logré reincorporarme al trabajo siendo una persona productiva, restando importancia al asunto y además disfrutando a mi hija y a mi esposo.

Ante mi familia intento disimular lo que siento por dentro, especialmente cuando algo externo me recuerda los hechos, respiro profundo y trato de seguir mi camino, a veces me dan ataques de pánico y no puedo respirar, veo la cara de la persona que me violó y me despierto agitada en las noches, aunque estoy casada no me atrevo a contarle éste evento a mi esposo por miedo a que me abandone y ahora sí que mi vida termine en pura miseria.

Sé que la causa del estrés postraumático es la violación que sufrí, pero, ¿cómo se cura? -pregunta Mónica- ¿Cómo aprender a sobrellevar ésta situación? Si usted ha experimentado esto, me será de gran ayuda saber de otros casos, agradezco cualquier información o consejo”, termina diciendo.

Cuántas personas como Mónica sufren eventos traumáticos en su juventud, en su niñez o en su etapa adulta.

Ya mencionamos en nuestro programa pasado aquellos eventos traumáticos como el divorcio, como los accidentes, como las enfermedades graves, eventos que producen un trauma, o sea un impacto total, un choque emocional  en nuestras vidas que persiste.

El estrés postraumático, (es decir, posterior a un trauma), puede ser un accidente de auto, puede ser que sufriste  un asalto, que observaste un acto muy violento, en fin, una experiencia que trauma, que produce dolor, sufrimiento en nuestra vida.