La familia y la salud mental
 

Los padres estamos para ayudar a los hijos en sus traumas
 

Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

Insisto, para eso estamos los padres, aquellos padres que estamos dispuestos a tomar la responsabilidad de ayudar a nuestros hijos en cada aspecto de su vida. Los padres somos claves, podemos reducir las respuestas emocionales negativas ante los acontecimientos potencialmente traumáticos y así preparar al niño.

¿Qué más podemos decir? A veces los niños sufren experiencias traumáticas cuando visitan algún lugar, cuando ven fotografías, cuando sufren impresiones a través de un video, de un programa de televisión, de un juego, etc. Y entonces el niño siente como que algo se avecina, siente un temor, como que algo malo viene a su vida y no lo expresa, no lo expresa.

Ahora bien, es posible que los niños necesiten la oportunidad de hablar. Los niños necesitan acercarse con nosotros y decirnos, “papá, me pasa esto”, “mamá, siento aquello”. Los niños que han sido testigos de sucesos dramáticos en el hogar, por ejemplo cuando el niño presencia que su padre está golpeando a  su madre, o que su padre llega borracho, el niño sufre una impresión cuando llega su padre descompuesto, maldiciendo, volteando cosas, rompiendo todo lo que está en su camino, el niño sufre una impresión y no sabe cómo reaccionar ¿cierto?

Entonces ya empieza allí a generar ansiedad en su vida y si  este suceso se repite una vez, dos veces o se repite muchas veces, ¿cómo va a crecer eses niño? Con una ansiedad grande. Conocí un joven que tenía una experiencia similar, me acuerdo que él era un brillante estudiante universitario, era un joven que estaba estudiando precisamente la carrera de Ingeniería Civil, era muy brillante, una persona muy preparada, y un día, platicando con él lo vi demasiado ansioso y tomando unas pastillas según que para tranquilizarse, y le dije: “oye, ¿qué te pasa? Porque además ya bebía mucho alcohol.

Y me dice: “pues, no te imaginas, ni me preguntes, me duele mucho recordarlo, fíjate que siempre lo tengo presente y me agobia y me hace daño…” “Pues dime -le dije- no tengas miedo, pues soy tu amigo, te quiero echar la mano y echarte un abrazo, dime qué te pasa.”

“Pues bueno… -me dice- yo de niño presencié que mi padre golpeaba mucho a mi madre. Mi madre sufría mucho de él, yo era hijo único, no tenía a quién acudir, mi madre siempre estaba muy triste y finalmente, pues mi padre era un alcohólico y esto generó un ambiente muy hostil en mi casa y no puedo controlarlo hasta el día de hoy, estoy a punto de graduarme de ingeniería civil y no puedo controlar esto, por eso bebo mucho alcohol y tomo estas pastillas para tranquilizarme…”

Es una historia muy larga. Finalmente, este joven ya un adulto, logró vencer su pasado y ser libre de él y quedó completamente sano. Por eso es importante saber que hay esperanza. Hay esperanza para aquellas personas que sufren precisamente algún tipo de trastorno mental.

Hasta dónde puede llegar el sufrimiento de los hijos
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