El más desaparecido: el hábito de la lectura III Parte: La lectura en el hogar
 

Trabajando desde casa
 

Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

¿Sabía usted que puede hacer cosas sencillas en su casa para ayudar a su hijo(a) a leer y desarrollar buenos hábitos de lectura, sin importar su edad? La lectura en el hogar es la respuesta.

La exposición a estos buenos hábitos ayudará a los niños a transformarse en lectores y estudiantes más sólidos. El primer paso es desarrollar hábitos positivos, tanto con tu hijo, así como una actitud positiva también con respecto a la alfabetización en tu familia y en el hogar.

  • Cuéntale historias a tu hijo: “Cuando eras pequeño recuerdo que te gustaba mucho que te sacara al parque y luego solías correr y correr hasta quedarte dormido en mis brazos.” “Una vez cuando tenía tu edad, recuerdo que fui al mercado, y me encontré a mí tía, que tenía mucho tiempo de no ver y, ¿sabes? cuando me vio, me saludó con tanto gusto y alegría que decidió comprarme una bolsa de dulces, nunca olvidaré esa tarde ¡me los comí todos!” Son ejemplos de historias breves que puedes contar a tu hijo, para que escuche y aprenda bien cómo expresarse.
  • Describe sus acciones: Por ejemplo: “Estoy poniendo un poco de aceite en el agua hirviendo para que la pasta no se pegue, ahora agrego la pasta, ¡Mira el vapor que sale de la olla! Ten cuidado”.

¿A que nos estamos refiriendo? A la conversación con tu hijo. Le cuentas historias, describes tus acciones y también incrementas su vocabulario. Otro ejemplo “Este es un perrito, ¿has visto qué largo y chaparrito es este perrito? Es un perrito Salchicha.” De esta manera el niño empieza a entender palabras nuevas. También puedes describir las acciones de tu hijo: “Estás cavando un pozo muy profundo con esa pala”, “Estás construyendo una torre alta y delgada con esos bloques…”

  • Conversa con tu hijo: “Cuéntame, ¿cómo hiciste este dibujo?” Hazle preguntas que tengan respuestas con más de dos o tres palabras; por ejemplo, ¿qué ocurrió para que te sintieras triste?, ¿qué piensas que él te  está haciendo? Toma un minuto para hacer la diferencia.
  • Lee junto con tu hijo: Compartir lecturas es una excelente herramienta; nos acercamos a ellos, conocemos mejor su mundo, enriquecemos nuestra conversación, creamos un espacio de diálogo para que ellos y nosotros tengamos a lo largo de la vida comunicación. Por esto la lectura debe ser una parte natural de la vida familiar.

¿Sabes tú que la lectura es tan importante como el alimento que se produce en la casa, o como la ropa que se lava en la casa? Así la lectura forma una parte muy importante del hogar. Lee junto con tu hijo al menos una vez todos los días. Lee en cualquier momento, en cualquier lugar; después de almorzar o antes de irse a la cama.

Es muy importante que le agregues expresión a las historias. No vas a hablar en una forma monótona, aburrida, con tonos bajos, eso seguramente al niño le va a aburrir. Habla en voz alta, suavemente, por ejemplo si estás hablando de una abeja, haz un zumbido, y si estás hablando de un pájaro, trina como un pájaro, y de esta manera estás expresando el  sonido de las historias que cuentas a tu hijo.

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