El más desaparecido: el hábito de la lectura II Parte: ˇVive la fácil lectura!
 

Ni prisas, ni flojera, ˇatrévete a leer!
 

Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

¿Sabes tú que uno de los principales problemas el día de hoy en el mundo de prisa que vivimos, en el mundo de problemas y conflictos, de escasez económica que atravesamos, es tan difícil para todos nosotros el poder concentrarnos y el poder evitar la distracción cuando necesitamos estar concentrados? ¿Cuántos de ustedes tienen ese problema? Yo  lo tengo, pero quiero decirte algo: vamos ahora sí al trabajo, vamos a suponer que tu jefe se pasa reclamándote, “¿por qué no hiciste las cosas tal como te las ordené?” Y luego tú dices, “pues no sé”.

Quiero decirte que la concentración es un hábito que se desarrolla por medio de la lectura, ¡y nunca es tarde para aprender el hábito de la lectura! No necesitas leer libros muy complicados y caros, libros raros, no, no, no, mira, revistas que hablen del hogar, recetas de cocina, mira ve al librero de tu abuelita y empieza a buscar y vas a encontrar que hay libros muy buenos.

Atrévete a agarrar un libro, ¡a que no te atreves! A mí me pasa a veces que digo: “ay, que flojera leer un libro, mejor prendo la televisión y me pongo a ver el fútbol” o “ay, que flojera leer, mejor oigo en la radio canciones…”, pero ¿tienes tú de verdad  el interés de atreverte a tomar un libro y entender que ese libro va a mejorar tu concentración, va a evitar que seas una persona distraída, te va a enseñar a concentrarte en los problemas de la vida diaria? Y además fíjate bien: te va a ayudar a resolverlos.

No se puede resolver lo que no se entiende. Si tú vas con un abogado y te habla con palabras muy altas y te habla de términos legales, pues salimos de su despacho y como que no entendimos nada. Si vamos con el doctor y nos habla con unos términos “muy acá” pues no entendimos nada, si vamos a la  escuela y entramos a la biblioteca o a la Biblioteca pública municipal, etc. pues todos los libros se nos harán rete aburridos ¿no?

Sin embargo, quiero decirte que no estamos hablando simplemente de agarrar un libro con la cabeza agachada y medio regañado para tratar de leer para curarte la cabeza, no, estamos hablando de atreverte… Atreverte a leer y a disfrutar la lectura. ¿Cuántas veces has tratado en la vida de ser diferente? ¿Cuántas veces te has atrevido en la vida a tomar un riesgo y decir “órale, me lo hecho para ayudar a mi familia, voy a trabajar dos turnos”, por ejemplo.

O ¿cuántas veces caminas largos tramos para llegar al trabajo, cuántas veces te avientas un reto y dices “voy a dejar el cigarrillo” y lo dejas, ¿cuántas veces te avientas otro reto y dices “voy a dejar ya estas medicinas, me tienen harto, me voy a curar solito y voy a empezar a caminar, a hacer ejercicio,  voy a dejar de comer grasas y todas esas cosas que me enferman..?

A ver, piénsale, ¿qué pasa si te atreves a agarrar un libro? Hombre, no te va a quemar, no te va a morder, a lo mejor puede ser cuestión de risa ¿no? Y hasta yo me río, pero no son víboras los libros, no son serpientes, no le saques, no te vayas corriendo, no te vayas así con miedo, al contrario, acércate con confianza.

Pues, ¿qué contienen los libros? Las ideas de una autor. Y si ese es autor es bueno o es malo, no lo sé pero yo voy a leer y entonces obtendré beneficios pues conforme yo lo vaya leyendo más y más, empezaré a ejercitarme en un montón de cosas, tendré más vocabulario, aprenderé más palabras y su significado, me haré más inteligente, mi cerebro empezará a desarrollarse en la concentración, podré concentrarme cuando esté en casa y mi hijo me hable o mi esposo me diga algo, aun si estoy en el trabajo y me jefe me dice: “muy bien hecho, ahora sí pusiste atención”, ¡veré beneficios por todas partes!

Disfrutando la lectura
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