La formación del carácter de los niños II Parte: Sus pasiones
 

Los hijos necesitan afecto y formación
 

Por: Profr. Roberto Durán

Hoy en día muchos de los padres no saben realmente ser padres. No hay tiempo para sus hijos, los padres trabajan, y no se dan tiempo para estar con ellos.

Un niño que está siendo nutrido por el afecto de sus padres es un niño normal, se va a  reír, se va a desarrollar y se va a ver sano en todo el sentido de la palabra. Pero los niños con falta de afecto se verán adormecidos, como en un estado depresivo por la ausencia afectiva.

Muchos psicólogos afirman que la ausencia del afecto en los primeros años de vida son determinantes para formar el carácter de la persona y le va a durar para toda la vida. Si les damos todo el afecto y jugamos con ellos, ellos crecerán sanos.

El doctor Peter Sifneos, psiquiatra de Harvard en 1972 acuñó el término Alexitimia: significa la carencia de emociones.

Son personas que son incapaces de expresar en palabras cuáles son sus sentimientos. ¿Por qué? Porque no se les dio el afecto desde pequeños para poder manifestar sus sentimientos en edad adulta.
La violencia también afecta  emocionalmente a los niños. Hay bebés que desde temprana edad el padre les grita, los azota y esto los lleva tener sentimientos de desagrado. Si el niño crece en un ambiente de violencia será afectado para  toda la vida.

En muchos matrimonios y  familias la violencia es terrible. El padre es neurótico, grita,  maldice y genera un ambiente de violencia en el hogar y temor.  La madre al vivir en esta violencia descarga  su ira contra sus hijos.

Si los niños crecen en un contexto donde las pasiones están gobernando sobre la razón, continuamente estarán expresando esa manifestación de lo que están viviendo y experimentando.

No se puede gobernar sobre las pasiones en nuestros hijos, si primero nosotros como padres no sabemos gobernarlas. El ser padre no es nada sencillo, pero aquel padre que en verdad ama a sus hijos se va a esforzar.

Muchos padres golpean a sus hijos por el coraje que traen, por la travesura que hicieron, pero no están razonando con ellos qué hicieron mal. Estos mismos padres están enseñando a sus hijos a reaccionar como ellos, con la misma pasión.

Se necesita que usted ejercite continuamente el dominio propio, que se guié  por la razón y no por las pasiones. Cuando entiende esto, se va a esforzar para vivir en un ambiente agradable y correcto en el hogar.

Si usted  ama a sus hijos y desea proveerles el mejor bien, lo más importante no es darles dinero, la mejor escuela, que alguien los instruya en algo, lo más importante es que usted sea el ejemplo a seguir de sus hijos.

Si usted gobierna sus pasiones y sentimientos, seguro será una persona que tiene control sobre sí mismo.

El ejemplo de Kerri Strug
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