Por: Dr. Octavio Maldonado

El segundo grande error que cometen los padres, además de la falta de instrucción es el abandono. Podemos hablar de dos tipos de abandono el físico y el abandono a la televisión.

Respecto al primero, podemos decir que cada día miles de niños regresan a casa quizás después de la escuela y encuentran una casa vacía, donde no está el padre, no está la madre y es porque quizás están muy ocupados trabajando.

Por ejemplo en, Estados Unidos se estima que casi el 40% de los niños son dejados en la casa solos , ya sea por trabajo, ya sea por compromisos sociales, salidas informales etc. Este tipo de abandono tiene grandes repercusiones en la formación de la personalidad de un niño.

Está comprobado que desde una edad tan temprana como los siete meses de edad, los niños normales ya pueden sufrir períodos de ansiedad al separarse de los padres; si este comportamiento de abandono se perpetúa, los niños pueden sufrir graves riesgos de los que dicen los padres: “mi hijo es miedoso”.

Permítame explicarle que algunos de los síntomas del niño con ansiedad o del niño angustiado (porque se siente abandonado), son los miedos constantes.

Aquellos niños que no quieren ir a la escuela porque tienen miedo, (en muchos casos) es porque tienen ansiedad. Por ejemplo, el dolor abdominal frecuente, también pudiera ser algún síntoma de ansiedad o de pánico al separarse de los padres.

No es que muchos niños sean miedosos, sino que han sufrido el abandono.

El abandono puede llegar a tal grado que puede provocar algo que se llama el síndrome de privación social, esto es, niños que no responden adecuadamente, ni a los estímulos.

Como médico he tenido la oportunidad de estar ante estos casos. Niños que están acostados en una cuna y usted puede llegar con todo tipo de juguetes, ruidos, y la vista del niño está como perdida; simplemente porque fueron criados en una cuna, abandonados por los padres y a lo más, les llevaban un poco de leche en el biberón y era todo el contacto que tenían.

Otra de las razones por las que puede haber este abandono físico, es porque los padres están pasando por períodos de depresión.

Se calcula que una cuarta parte de la población mundial ha acudido con un médico por problemas mentales y un gran porcentaje de éstos son a causa de la depresión.

Por ejemplo, uno de los medicamentos más vendidos en Europa son los antidepresivos. Esto se debe a que existe un padecimiento que provoca que la persona tenga un estado de ánimo decaído, un estado de ánimo disminuido y no tenga interés por los hijos.

Esta depresión en los padres afecta definitivamente a los hijos, aún más cuando la depresión no es tratada adecuadamente, no es diagnosticada y no es vista con los médicos; las repercusiones que pueden traerse al niño son graves y desastrosas.

Los niños se enteran que un adulto está triste a través de las actitudes que observa en la casa: el llanto constante, la irritabilidad, la angustia, la ansiedad, que le provocan un estado similar. Cuántas veces hemos escuchado padres o madres con altos grados de imprudencia, que comentan enfrente de los niños: “no pude dormir en toda la noche”, “estuve llorando todo el día”, “no quiero salir de la cama”, etc.

Hoy en día, la Asociación Americana de Psiquiatría y del Adolescente calcula que un 10% de todos los niños sufre algún tipo de depresión antes de los 12 años. Muchos de estos casos no son más que el fruto de lo que están viendo en casa.

¿Cómo se manifiesta la depresión en los niños? Pueden ser niños tristes, niños que tienen dificultad para expresar sus sentimientos o de plano, niños apáticos.

Pero luego llega el padre de familia diciendo: “mi hijo es apático, no es sociable”. Yo pregunto: ¿No estará deprimido? ¿No estará afectado por el comportamiento que ve en la casa? ¿No será parte de la irresponsabilidad o de no haber tomado el papel adecuado de los padres para el desarrollo en la formación de esta personalidad?