Triunfando sobre las dificultades III
 

La Fe, una llave maestra
 

Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

Ahora, eso no quiere decir que ocasionalmente no podamos sufrir desaliento o desánimo, porque ¿Quién no se desanima al oír las noticias de hoy?, Por favor, escuchamos noticias de recesión económica, desempleo, problemas, terrorismo religioso, escuchamos noticias de muertes, hambres, niños que son rechazados por sus hogares, que son abusados o asesinados por sus propios padres; vemos por ejemplo las cifras del aborto, actualmente hay millones y millones de personas que al año abortan en países como Estados Unidos, como Rusia. Vemos como la televisión provee y promueve perversiones, homosexualidad, criminalidad, crímenes horrorosos contra la humanidad.

Todo puede desanimarnos, vivimos en un mundo lleno de dificultades pero quiero decirte que  realmente en el mundo hay aflicción, en el mundo hay problemas, y no podemos escapar o huir de ellos sino más bien enfrentar los que nos competen a nosotros, enfrentar y saber obtener fortaleza.

¿Qué sucede cuando los problemas son continuos? ¿Cuándo los problemas no son resueltos? ¿Cuándo los problemas son crónicos y aún las pequeñas cosas en tu vida, en mi vida las empezamos a ver demasiado grandes? ¿Qué sucede cuando por ejemplo, como nos decía al principio Herbert Keison, no sabemos diferenciar entre lo que son las verdaderas aflicciones y un problema trivial?

Hay gente que porque el auto no funciona, se descompone su día, se echó a perder pero cuando viene la muerte de un hijo entonces razona y dice, qué tonto soy, por cosas tan pequeñas me preocupaba, como por un golpecito que trae el carro, o porque no anda bien la máquina, y ahora que se ha muerto mi hijo sé verdaderamente lo que es sufrir, no sé cuantos se identifican con esta declaración que hizo el señor Keyson, Es importantísimo ¿no? Ten mucho cuidado, que los pequeños problemas no los conviertas en grandes, porque vendrán los grandes y entonces te darás cuenta que lo que sufrías era un juego, comparado con la muerte de un ser querido.

Vemos entonces que debemos aprender a tratar con situaciones donde no hay esperanza, donde nos sentimos desesperados, donde hay desesperanza, por ejemplo, cuando vemos que nuestro esposo no cambia, cuando vemos que la situación económica no cambia, cuando vemos que ese problema que nos afecta, un problema de salud, un problema económico, un problema familiar, alguna situación, no cambia, ¿Qué debemos hacer? No debemos darnos por vencidos. No debemos dejarnos vencer por las dificultades. No debemos en ninguna manera permitir que en nuestras propias vidas se destruya algo tan hermoso como es la vida, nuestros hijos, nuestra esposa y nos conduzca a un estado de desaliento, de desánimo y depresión.

Ahora, recuerda que necesitamos desarrollar algo que se conoce como la Fe. Para muchos la palabra fe es una palabra mística, que tiene que ver quizás con algo de religión, con algo de superstición, con milagros o con situaciones sobrenaturales, sin embargo el verdadero significado de la palabra fe es mucho más profundo que eso, es una confianza, una confianza que nace del corazón mismo del hombre, que lo ayuda a estabilizar su vida, a obtener fortaleza.

La depresión, una trampa sutil
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