Triunfando sobre las dificultades II
 

“No temas”
 

Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

Usted póngase en los zapatos de alguien que ha perdido un hijo, y sabrá el dolor, el dolor frío, el dolor terrible que se siente, tiemblan las rodillas, la persona siente que fracasó en la vida, se siente culpable.

Yo he conocido padres, que después de que un hijo muere, se sienten culpables de la muerte de su hijo cuando realmente no lo fueron, no se pueden perdonar jamás la muerte de su hijo o culpan a Dios, ¿Por qué se fue? ¿Por qué murió? ¿Por qué el Señor me la quitó? Son las expresiones de algunas madres de familia o padres de familia.

Sin embargo quiero decirte que el Autor de la Vida es Jesús, no el autor de la muerte; en el mundo hay aflicciones, hay dificultades, hay tribulaciones, hay hambre, hay carestía, hay que trabajar mucho para ganar poco, hay que enfrentar seres humanos que son malos y nos hacen la vida difícil, hay que enfrentar situaciones, circunstancias dolorosas que van más allá de nuestras propias fuerzas, sin embargo, es lo que se cosecha de lo que se ha sembrado por largos años, tanta maldad acumulada, la estamos cosechando el día de hoy y Jesús ha venido para darnos vida y darnos vida en abundancia.

Siguiendo con el relato de Jairo, Jesús le respondió: “No temas cree solamente y será salva”.

La respuesta de Jesús a Jairo es de nuevo No temas y es algo hermoso esto porque nosotros podemos tener de problemas a problemas en la vida. Hay problemas pequeños, el auto no funciona, la lavadora se descompuso, a mi hija la van a operar del apéndice, pero hay problemas graves enfermedades de muerte. Sin embargo Jesús es el mismo para un problema pequeño, para un problema grave o para un problema imposible.

Y Jesús le dice: No temas.

Uno de los síntomas principales que producen los problemas en nuestras vidas es temor. Cualquier padre de familia que no tiene suficiente dinero para pagar las deudas del mes, tiene miedo, tiene miedo que lo echen de la casa, que le corten la luz, tiene miedo que sus hijos se acuesten sin leche, tiene miedo de no poder pagar las colegiaturas.

Cualquier madre que tiene un esposo que no la ama tiene miedo de enfrentarlo, cualquier joven, cualquier persona en este mundo que tiene un problema que va más allá de sus fuerzas tiene miedo enfrentarlo, no sabe, no está capacitado, sin embargo Jesús nos da la paz, la seguridad, la confianza en medio del miedo para sobreponernos y seguir tomado de su mano atravesando por ese trago amargo del problema sin desalentarnos como lo hizo Jairo. No temas, cree solamente y será salva.

Y continúa hablando en el versículo 50:

“Entrando en la casa Jesús no dejó entrar a nadie consigo solo a 3 de sus discípulos; Pedro, Jacobo y Juan y al padre y madre de la niña muerta”.

¡Qué escena tan maravillosa! Jesús entrando a un hogar donde hay muerte, una niña había fallecido, me imagino a Jesús tomando de la mano al padre, a la madre, tomándolos, apoyándolos, sosteniéndolos, abrazándolos, asegurándoles que todo va a marchar bien.

Cuántos de nosotros nos sentimos tan impotentes, tan débiles, tan incapaces, tan adoloridos por los problemas que enfrentamos. Cuantos de nosotros no tenemos la ayuda necesaria para hacerle frente a las dificultades. Cuantos de nosotros sentimos que nuestras rodillas flaquean, nuestras fuerzas se acaban, nuestra paciencia se agota y el problema se hace más grande; sin embargo ahí está Jesús el Hijo de Dios, de ahí su nombre el salvador, él salva del pecado, él salva de los problemas y aflicciones y ahí estaba Jesús en ese hogar, pero observó un obstáculo; lamentación y lloro.

En otro pasaje paralelo, dice: “Alboroto, desorden”, de tal manera que ese es otro obstáculo muchos hogares hoy están desordenados, están llenos de gritería, de tristeza y lamentación por los problemas de papá y mamá que no se ponen de acuerdo, que no se perdonan, por el vicio de papá, por la carestía económica, por la enfermedad que ha venido a alguno de los seres queridos, quizás es una enfermedad de muerte y muchos hogares están de cabeza por los problemas y las dificultades el día de hoy.

Y Jesús dijo: “No lloréis, no está muerta, sino que duerme”

La respuesta de Jesús es obvia, nada es imposible para mí, no importa cuan grande sea la lucha, el problema, la necesidad de ese hogar, no importa cuan grande sea el obstáculo que vas a enfrentar en la vida es cierto, en la vida, pero tenemos que armarnos de este pensamiento, vamos a enfrentar obstáculos, dificultades, somos destinados para sufrir obstáculos, problemas, dificultades, enfermedades, carestía económica, maldad, un mundo en crisis, pero también tenemos la respuesta, somos destinados para vencer y somos más que vencedores en todas las cosas por medio de Cristo Jesús nuestro Señor.

Qué importante es este mensaje para muchísimas personas el día de hoy que sufren y no entienden porque sufren, que culpan a Dios de su sufrimiento o que el sufrimiento en ves de traerles felicidad, carácter, bendición, purificación, les ha traído desgracia, amargura, aislamiento, depresión, incapacidad.

Hoy quiero decirte, Jesús dice: No llores, tu caso no está terminado, Dios nos da la libertad a nosotros como seres humanos, él nos ha dado lo que se conoce como libre albedrío y nosotros decidimos que hacer con nuestras propias vidas. Dios nos permite la libertad de tomar decisiones buenas y malas; las buenas traen buenos frutos, las malas, traen malos frutos, Dios nos permite una libertad, una libertad moral, la cual implica que podemos escoger entre amar o ser egoístas, si escogemos amar, no quiere decir que no va haber sufrimientos, pero el amor puede soportarlos, si escogemos ser egoístas vamos a sufrir mucho porque nuestras vidas, van a estar centradas, fíjate bien, van a estar centradas en nosotros mismos y todo lo que nos hagan, nos dolerá, ¿Por qué? porque no están centradas en Dios.

¿Por qué entonces les suceden cosas malas a las buenas personas? Una razón es que nuestra naturaleza humana nos otorga la libertad de hacer el bien, o hacer el mal y Dios no puede detenernos, no puede quitarnos la libertad que nos hace humanos. Lo que realmente nos hace humanos es nuestra libertad y en esa libertad podemos escoger hacer el bien o hacer el mal, los hombres podemos estafarnos, robarnos, herirnos, sin embargo Dios no puede impedir que esto lo hagamos. Dios nos da la libertad.

¿A Dios le duele? Si le duele, a Dios le duele realmente ver como los hombres se lastiman unos a otros, como las naciones están en guerra, hay pobreza, hay dolor, hay congoja, sin embargo quiero decirte que nosotros podemos enfrentar la vida y podemos enfrentar los problemas si estamos en una actitud totalmente positiva y no estemos auto lastimándonos, porque uno de los principales problemas es auto lastimarnos porque tenemos problemas que no podemos resolver, nos lastimamos mucho.

El problema de la culpa
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