Triunfando sobre las dificultades II
 

Entendiendo el sufrimiento
 

Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

Quiero decirte que como seres humanos estamos destinados a enfrentar dificultades, nadie puede librarse de una sola dificultad, ni los ricos, porque aún los ricos viven ante el gran dilema de cómo cuidar sus inversiones, de cómo evitar que se deprecie el dinero, y eso los llevará a profundas ansiedades, a desvelos, a enfermedades y a muertes prematuras, los jefes de empresas igual, aun, un humilde trabajador enfrentará problemas de salud, enfrentará problemas de escasez económica, en otras palabras todos, desde el estudiante, el ama de casa, hasta el niño, todos, estamos destinados a  enfrentar problemas.

Pero yo he observado muchos individuos y familias que cuando todo va bien, repito; están alegres y bendicen a Dios, pero cuando las cosas cambian, cuando esa vida próspera, saludable y alegre cambia por una situación repentina; ya sea pérdida de salud, pérdida de dinero, pérdida de estima, o alguna otra cosa, entonces, las personas cambian su carácter, se vuelven personas frustradas amargadas, derrotadas, con muy mal vocabulario, culpando a los demás, el mundo se les ha vuelto al revés y no son los mismos de antes, la razón: no saben enfrentar las dificultades.

Pero quiero decirte que todos los problemas realmente no son aflicciones, por ejemplo en el estándar que vivimos materialista de nuestra sociedad occidentalizada aquí en Hispanoamérica, en Estado Unidos, en Europa, le llaman aflicción muchos el no poder ir de viaje a un crucero en las Bahamas, en el Caribe y poder gastar $1,400 o $ 2,000 dólares en ese viaje, otros le llaman aflicción no tener el auto último modelo que salió deportivo, otros le llaman aflicción no poderse comprar ropa de moda, otros le llaman aflicción a cosas que no son aflicciones.

Las aflicciones verdaderas son diferentes, los problemas que enfrentan muchísimas personas hoy en día no se les puede llamar aflicciones, luchas o dificultades, de ninguna manera. ¿Quieres saber lo que es una aflicción? ¿Quieres saber realmente lo que es enfrentar un problema? Échale un vistazo a los lugares más pobres de la tierra, la India, África, échale un vistazo a Asia, donde hay millones y millones de desempleados que viven bajo el terror del hambre, de la desesperación, de la adicción, del alcoholismo, de la desintegración familiar, de las guerras, del terrorismo.

Quiero decirte el día de hoy que ninguna persona que esté dispuesta a superar problemas esperará que estos se resuelvan rápidamente, sabe que va haber luchas. La persona que quiere enfrentar problemas y que quiere vencerlos lo primero que debe hacer, es hacerse fuerte, esté también  dispuesto a sufrir, esté dispuesto a enfrentar la realidad.

Así como los años arrugan nuestra piel, de la misma manera la falta de entusiasmo arruga prematuramente nuestras almas, y nuestras almas son lo que realmente nos motiva, nos anima a enfrentar los problemas, por tanto un alma triste, un alma que no tiene confianza en Dios, un alma que no sabe cómo enfrentar los problemas, que para todo culpa a Dios de lo que le sucede o a los demás, que maldice, que se enoja, que se frustra, que se deprime, que se da por vencido; envejecerá tan rápidamente como su piel.

Es importante que sepamos cómo enfrentar los problemas en la vida, muchas personas enfrentan los problemas con confianza, sabiendo que de algún lado vendrá la respuesta para poderlo solucionar y esto es muy bueno, otros enfrentan los problemas y las dificultades con compasión, con un corazón entusiasta y misericordioso, en otras palabras en vez de renegar, dan gracias a Dios.

Otros se apoyan en sus creencias religiosas, otros enfrentan sus problemas a través de sus propias emociones, ¿Qué quiero decir con esto? Cuando hay problemas, cuando hay tristezas, cuando hay situaciones emocionales fuertes, y se canalizan correctamente, estas nos llevarán a nuestras creencias y si nuestra creencia, nuestra fe, realmente está en un Dios vivo y verdadero; esas emociones se convertirán en gozo y paz por medio de Dios.

Entonces la libertad realmente es el camino de aprender a sufrir. Sí, porque si no estamos dispuestos a aprender a sufrir, vamos a ser las personas más atrapadas en quejas, en murmuraciones, en amarguras, en mil situaciones y aunque tengas montones de dólares, aunque seas una persona llena de salud,  si no estás dispuesto a sufrir, vas a ser prisionero de tus propios sentimientos de cólera, de ira, de amargura, de rencor y vas a pelear con todo el mundo, contigo mismo inclusive, contigo mismo, recuérdalo, vas a estar peleando.

El sufrimiento: Una buena lección
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