Triunfando sobre las dificultades I
 

Haciendo frente al sufrimiento
 

Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

Recuerdo un muy bonito testimonio de un matrimonio cuyo hijo se hizo adicto a las drogas, se sintieron tan desesperados que no supieron qué hacer, el sufrimiento era tan grande para ellos, y decidieron de todo corazón que sus sentimientos de incapacidad, de vergüenza, de dolor iban a ser dirigidos hacia Dios y pusieron si confianza en Dios y entendieron que Cristo Jesús, el crucificado murió para salvarlos, de tal manera que Dios les dio fortaleza, una nueva esperanza y amor por la vida, finalmente decidieron juntarse con otras familias y visitar las plazas donde acostumbraban drogarse los jóvenes y un día encuentran a su hijo casi sin ropas, enfermo, desnutrido, drogado, le dan de comer, lo sirven, el hijo regresa a su casa y cambia su manera de vivir y hoy ha encontrado la libertad.

¿No es hermoso cómo enfrentaron el sufrimiento? ¡Qué ejemplo tan lindo!

Recientemente me acabo de enterar de una mujer cuyo hijo intentó quitarse la vida tres veces. Qué triste es ver que la mujer llegaba a su casa y había charcos de sangre en la cocina, en la recámara, en el baño, y ella se preguntaba qué era lo que había pasado, finalmente encontró a su hijo tirado desangrándose en su tercer intento de suicidio por causa de adicción a las drogas.

¿Qué hizo esta mujer? Ella enfrentó el sufrimiento, no empezó a culparse a sí misma, no a culpar a Dios, sino que inmediatamente buscó consejo y un buen consejo que recibió de un consejero matrimonial fue que buscara ayuda médica, ella internó a su hijo en el hospital psiquiátrico, lo desintoxicaron de la droga, le dieron medicamentos contra la depresión y además recibió soporte espiritual, ayuda cristiana y el muchacho hoy dice “soy libre”, “soy feliz”.

Vemos que el Libro de Proverbios 1:5 nos dice “Oirá el sabio y aumentará el saber, y el entendido adquirirá consejo”. Cuando no sepas cómo enfrentar una dificultad, ve a los que saben, ve a las personas expertas. Si tienes un problema económico, ve con un experto financiero; si tienes un problema de salud, ve con un médico; si tienes un problema espiritual, ve con alguien que sepa guiarte, que sepas que es un hombre fiel y servidor de Dios; si tienes un problema emocional acude con alguien que te pueda ayudar.

Vemos también que en Proverbios 15:22 dice “Los pensamientos son frustrados donde no hay consejo, más en la multitud de consejeros se afirman”.

Yo te animo a ti que estás atravesando por una dificultad, no te des por vencido, de ninguna manera, sino busca consejo, verás que encontrarás alguien que sabrá aconsejarte, yo lo he hecho y me ha funcionado.

Además en Proverbios 19:20 “Escucha el consejo y recibe la corrección para que seas sabio en tu vejez”  Tú no estás solo, además Dios está consciente que tu vas a sufrir en este mundo, que vas a tener miedos, temores y obstáculos que parecen imposibles de poder derrotar, sin embargo, no estás sólo.

Dios, el Ser supremo, el Creador, el Eterno, el Todopoderoso, dice así en Mateo 6:9-13 “Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén”.

Este es un modelo de oración que Jesús enseñó a sus discípulos para que ellos pudieran tener una idea de cómo tener una vida de oración y los primero que dice es que hay un Padre en los cielos, tú puedes tener ese padre, que en tu inseguridad, en tu inquietud, vuelve tu mirada hacia el cielo y arriba está el Padre.

Lo segundo que les dice es “Venga tu reino”, en otras palabras que el plan maravilloso que tiene Dios para tu vida pueda venir, que pueda venir Cristo Jesús a reinar en tu corazón, a traer paz en la tempestad, a traer alivio a tu alma que está adolorida por la muerte de un hijo, por la ruptura de tu matrimonio o por un problema económico.

Continúa diciendo: “El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy” Jesús nos enseña a que cada día mediante la oración y esa relación personal con Dios, por medio de su hijo, el Salvador, nuestras necesidades materiales están suplidas, de tal manera que el pan que tanto necesitamos llevar a casa, un hogar, un techo donde vivir, ropa con que cubrir nuestro cuerpo, Dios se deleita en poderlo suplir.

Sigue, “Perdónanos nuestras deudas.” Él sabe que en esta vida vamos a tener tropiezos, que vamos a caer en pecados, que vamos a atravesar por situaciones terribles, que a veces guardaremos rencores, pleitos, enemistades, odios, pero Él está dispuesto a mantener nuestra vida limpia de pecado, limpia de culpabilidades, de situaciones que nos oprimen terriblemente y nos enseñará a perdonar a los que nos ofenden y también nos libra del maligno, porque tenemos que aceptar que muchas de las desgracias de este mundo las origina el maligno.

Muchas de las dificultades que enfrentamos cada día como seres humanos, radican en las personas que nos rodean, nuestro esposo, esposa, hijos, jefe de trabajo, compañeros de trabajo, vecinos o familiares y que Jesús nos da la regla de oro en Mateo 7:12 “Así que todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos, porque esto es la ley y los profetas” ¿Quieres que te amen? Ama. ¿Quieres que te perdonen? Perdona.

Recuerda que Dios está dispuesto a darte la victoria sobre cada dificultad. Que Dios te bendiga.

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