Triunfando sobre las dificultades I
 

Vivimos en un mundo difícil
 

Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

Vivimos en un mundo en el cual los desafíos, las dificultades son mayores, nos enteramos de noticias que desafían, por ejemplo: asesinatos absurdos, muertes, una gran cantidad de situaciones adversas, guerras que generan odio entre las naciones, pueblos razas, religiones y muy a menudo nos preguntamos por qué la gente común, vecinos nuestros simpáticos, enfrentan dolores y tragedias espantosas. La gente común, nosotros y los que nos rodean a veces debemos de llevar cargando pesados sacos llenos de dolor y de penas.

Recuerdo a un matrimonio cuya hija desarrolló una enfermedad incurable y al poco tiempo murió. Ellos se encontraban desayunando en casa mientras su hija estaba en la escuela y les notificaron la muerte súbita a los padres. Ellos sintieron mucho dolor, se vieron exhaustos, desorientados. Se preguntaron “¿qué hacemos, a dónde vamos? ¿A quién acudimos?” Se encontraron en una situación muy, muy difícil.
¿Cuántas personas el día de hoy enfrentan situaciones muy difíciles o retos?

Recuerdo también el caso de otro matrimonio cuya esposa, una mujer de mediana edad, de pronto empezó a sentir extrema debilidad y cayó. El esposo, como queriendo hacer una broma, dijo: “es que está borracha”. Ella fue a ver al doctor, le hicieron un examen y encontraron que tenía una enfermedad nerviosa degenerativa que se llama esclerosis múltiple. Después de mucho sufrimiento, esta mujer murió.

¿Qué enfrentaría esta mujer cuando llegó al consultorio del doctor con una angustia y el doctor le hace análisis para poder detectar la enfermedad que tenía? ¡Qué terrible golpe sintió ella! Ella decía: “no me merezco esto… ¿Por qué Dios me hace sufrir así?” Yo recuerdo como su marido le tomó la mano y trató de consolarla y le dijo: “no puedes hablar así, Dios debe tener sus razones para hacer esto y no tenemos derecho de cuestionar a Dios, debes creer que si él quiere tu mejoría, la tendrás, pero si no la quiere, entonces él deberá tener sus motivos.”

Muchas personas atribuyen directamente sus sufrimientos a Dios. Sin embargo, yo quisiera explicarte que Dios no se goza en hacer sufrir a la gente, Dios tampoco está programando en su computadora cuántos tumores, cánceres, enfermedades terribles vendrán sobre los seres humanos para enviárselas desde el cielo. De  ninguna manera.

Vamos a ir entendiendo poco a poco que a veces es verdad que Dios quiere tener un trato especial con sus hijos verdaderos para formar un carácter, para aprender, para castigar, para mejorar la forma de conducirnos en nuestras vidas.

Vivimos en un mundo que está lleno de caos, donde si un chofer de autobús no durmió bien y lleva dos días conduciendo el autobús sin descansar, es lógico esperar que ese autobús pueda sufrir un accidente y sus pasajeros puedan morir. Si un aviador o comandante que va embriagado guiando su avión de pasajeros rumbo a un país, como lo hemos visto en las noticias, el avión se estrella en la montaña. ¿Qué culpa tuvo Dios de eso? No fue Dios el que ocasionó que ese autobús o avión se volcaran y se destruyeran.

Vivimos en un mundo en el cual hay leyes y cuando estas leyes se rompen es obvio que vienen consecuencias naturales. Hay libros que se han escrito, hay enigmas que aún no se han resuelto, hay personas inclusive que dicen: “el sufrimiento ennoblece al hombre, purga sus pensamientos de orgullo, de superficialidad y aun expande sus horizontes.”

¿Por qué sufrimos?
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