Violencia Familiar: Heridas que destruyen el Hogar
 

Cuerpo, alma y espíritu necesitan atención
 

Por: Profr. José Rodríguez

La terapeuta familiar Alma Gallardo, nos comenta lo siguiente: “El cuerpo, como el alma y el espíritu de la víctima de violencia necesitan atención, amor, respeto y protección.” Qué importante  es esto, recordemos que somos cuerpo alma y espíritu y cada una de estas partes de nuestro ser necesita atención, amor, y cuidado.

Hace unos meses se acercó a nuestro consultorio de Esperanza para la Familia, una mujer con dos hijos de 9 y 10 años aproximadamente. Tenía un esposo muy violento, ella ya había recibido golpes de parte de él, en la cara, en el cuerpo incluso se le observaban varias cicatrices. Ella estaba pasando por una crisis de depresión, se sentía con muy baja autoestima y sin ganas de vivir.

Sin embargo, después de haber estado platicando con ella por varias sesiones para examinar y tratar la raíz de su problemática, ella finalmente pudo entender lo que había estado sufriendo, y logró levantar su autoestima y la de sus hijos, pudo controlar su depresión y ser libre de esa amargura que tanto la oprimía. Ahora ella ha perdonado, tuvo que ser valiente y ponerle un alto a su agresor, ha podido salir adelante con sus hijos y ahora es una persona muy trabajadora.

Aunque perdonó a su esposo de todo lo que le hizo, lamentablemente este hombre no quiso recibir ayuda y tomó el camino equivocado de las drogas y del alcohol, pero ella ha superado la violencia recibida, decidió enfrentarla, ponerle un alto y hoy tiene paz, sus hijos y ella gozan de tranquilidad y se están desarrollando como no había pasado antes: en su trabajo, en un nivel profesional y sus hijos, obteniendo ahora  diplomas de primeros lugares en su escuela.

Aquí estamos viendo un caso práctico de lo que ha sucedido en las familias, y de lo que puede ocurrir en una familia que busca ayuda y con valentía hace lo que debe hacer.

Hemos visto cómo el maltrato físico, el maltrato verbal, y psicológico, afectan gravemente a la familia, las relaciones entre cónyuges, el desarrollo de los hijos, etc. Este caso que comentamos, muestra que la violencia duró mucho años en la familia, se iba agudizando y no se encontraba solución, habían buscado ayuda antes pero no lograban superar estas situaciones de violencia en la casa, hasta que recibieron realmente el alimento para su cuerpo, para su alma y para su espíritu. Donde había depresión, baja autoestima, soledad y estrés, finalmente hubo libertad, amor y motivación familiar.

Algo que está afectando a muchas mujeres el día de hoy, es la violencia familiar,  y esto no es poca cosa ni es un caso aislado; mucho de esto que te estoy platicando está sucediendo en las familias y las consecuencias son graves.

La violencia sí tiene fin
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